Orkater y Théâtre du Fust presentan su espectáculo rockero y sus títeres

Humor, música y títeres es lo que ofrece este fin de semana el Festival de Otoño de Madrid. Desde ayer y hasta el domingo, la compañía francesa Théâtre du Fust presenta su visión descarnada del feminismo en Merci pour elles, un espectáculo de marionetas dirigido por Émilie Valantin, en el teatro Pradillo. Hoy, los holandeses de Orkater desembarcan en el Albéniz con su sátira rockera The Prefab Four, un musical sobre un hipotético regreso de The Monkees.

Hubo en los años sesenta un grupo al que se le apodaba The Fab Four (Los Cuatro Fabulosos). Eran The Beatles y a su vera surgió de manera ficticia, con un programa de televisión propio y tratando de emular a los de Liverpool, otro grupo, en este caso prefabricado, que se llamaba The Monkees y a los que Orkater, este grupo holandés de teatro musical que vuelve a sus raíces rockeras, dedica su espectáculo The Prefab Four (Los Cuatro Prefabricados).

"Contamos el regreso de The Monkees cuando son viejos", aseguraba ayer su autor, Gijs Scholten van Aschat. Y a costa de eso, los miembros de Orkater reflexionan también sobre la crisis de los cuarenta y cincuenta, la de las medianas edades. "Los Monkees regresan alentados por unas jóvenes gogós guapísimas que les dan la medida del paso del tiempo y les hacen sentirse todavía más viejos", asegura el autor. Eso sin contar sus problemas de identidad y adaptación. "Sienten que no son nada si no están sobre un escenario y por eso quieren volver también; bueno, es justo lo que nos pasa a nosotros", aseguraba ayer Scholten van Aschat. En resumen, que como dijo este miembro del grupo holandés, "éste es un espectáculo para personas en edades críticas".

Los miembros de Orkater, una compañía que lleva 30 años en acción, presentaron ayer su montaje junto a Emilie Valantin, representante de la compañía Théâtre du Fust. Éstos llegan de la región de Rhône-Alpes, donde Valantin fundó el grupo en 1975, con su espectáculo de marionetas mordaces y satíricas Merci pour elles (Gracias por ellas), del que Valantin es directora y coautora junto a textos de Kipling, Déhénault, Octave Mirbau, Louise Perrière o Antoine Guigues, entre otros.

"Es un espectáculo de humor y desconsuelo", avisaba ayer Valantin. "Lo he hecho desde mi propia misoginia", admitía la directora, "y describe la frustración que es ver cómo desde los años sesenta, en que logramos los anticonceptivos y pensamos que todo iba a cambiar muy rápidamente, las cosas han sido más lentas de lo que creíamos", asegura. "Es algo que me produce indignación y la indignación es muy útil para los artistas".

Ella lo mezcla con las risas, pero inteligentes, reflexivas, ésas que sirven para desahogarse. "Sí, es una obra de risa en la que muchos acabarán diciendo ¡Qué pena!".