El gobierno marbellí justifica en la deuda la subida de tasas

El nuevo equipo de gobierno de Marbella, formado por tránsfugas del GIL, PSOE y PA, justificó ayer la subida del 10 % del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la actualización del catastro por la "crítica y delicada situación económica" que atraviesa el municipio, que aseguran tiene una deuda aproximada de 199 millones de euros (unos 33.000 millones de pesetas). La alcaldesa, Marisol Yagüe, ha convocado un pleno para el próximo lunes para aprobar estas medidas.

El gobierno de Yagüe enmarca el aumento de los impuestos dentro de un programa económico-financiero de su equipo "tendente a recortar y contener el gasto". Insisten en que la revisión de los valores catastrales data de 1988, y afirman que una vez se proceda a su actualización bajarán el coeficiente del IBI al 0,50%. El Ministerio de Hacienda podría tener lista antes de 18 meses esta revisión al alza del catastro, que fue acordada el martes en comisión informativa con los únicos votos de los firmantes de la moción de censura.

"Si algo necesita Marbella en estos momentos es una política decidida de contención del gasto", señalan en un comunicado los responsables municipales, que lejos de replantearse la subida de los impuestos se mantienen en su aplicación, por más que estas medidas "chirríen": "Al día de hoy el Ayuntamiento tiene una deuda aproximada de 199 millones de euros, y las perspectivas no son nada halagüeñas si no tomamos medidas con determinación".

El grupo de ediles leales a Julián Muñoz acusó al equipo de gobierno de "falta de escrúpulos" y de sanear las cuentas "a base de impuestos extraordinarios y ataques a la economía de los más desfavorecidos". La Asamblea Ciudadana por la Regeneración Municipal recordó también que Isabel García Marcos y Carlos Fernández (ahora tenientes de alcalde) se manifestaron, cuando estaban en la oposición, contra la subida del IBI acordada por Jesús Gil.