Asad reafirma ante el Rey su compromiso con la reforma de Siria

"Queda mucho por hacer". El presidente sirio, Bachar el Asad, resumió ayer así su compromiso de proseguir las reformas iniciadas en Siria tras su llegada al poder, en junio de 2000, aunque referido exclusivamente al área económica y lastrado por algunas cautelas que presagian que el proceso continúe por la senda vacilante e irregular que ha seguido hasta ahora. El Rey, que presidió junto a su anfitrión un encuentro empresarial de España y Siria, alentó "al pueblo sirio a proseguir ese esfuerzo".

En concreto, según destacan fuentes españolas, la visita real ha aportado una mayor determinación de Damasco para cerrar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea antes de que termine este año, un horizonte temporal próximo que los dirigentes sirios no contemplaban hasta ahora. El Gobierno español considera que ese acuerdo es muy importante para que Siria evolucione positivamente incluso más allá de la economía, dado que la UE exige también condiciones de democracia y respeto a los derechos humanos a los países que suscriben este tipo de acuerdos. Siria es el único de Oriente Próximo que no lo ha hecho todavía.

Otro resultado del viaje real es el anuncio de que Siria estará presente en la Conferencia de Donantes para Irak que mañana se inaugura en Madrid, con una delegación cuyo nivel y presidencia no habían sido decididos anoche.

El dato es significativo dado que, aunque votó favorablemente a la resolución 1511, la última aprobada por el Consejo de Seguridad para la gestión de la posguerra, la actitud del Gobierno sirio sigue marcada por un rechazo radical de la intervención y por el malestar que le producen sus consecuencias, tanto como país vecino como por las acusaciones y amenazas que EE UU sigue profiriendo contra el régimen de Asad.

Dedicación personal

Asad mantuvo durante la jornada de ayer el mismo perfil de dedicación personal a los Reyes, a los que acompañó con su esposa Ashma, y de cierta distancia frente a los llamamientos políticos que se le sugieren desde España. Asad omitió en su discurso de ayer, por ejemplo, cualquier referencia a las reformas legales que piden los empresarios españoles -como hizo el vicepresidente de la CEOE, Gerardo Díaz- para poder trabajar en Siria con seguridad jurídica.

Tampoco se refirió Asad a la necesidad de eliminar una burocracia que bloquea la economía de su país. Prueba de ello es que el Programa Financiero Hispano-Sirio aprobado por el Gobierno español en 1999, con 50 millones de dólares en créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo, apenas se ha ejecutado hasta ahora debido a estas barreras.

Don Juan Carlos mencionó en su discurso este problema concreto. "El proceso de ejecución de los proyectos ha sido más largo de lo deseado", dijo, al tiempo que hizo votos porque sigan avanzando los dos más adelantados: el de una planta para reciclaje de baterías en Alepo, y otro de equipamientos de hospitales. Una planta de reciclaje de aguas residuales y otra de energía eólica son otros dos proyectos de este programa, que desde ayer incluirá un plan de reordenación del oasis de Palmira financiado en un 80% por España, según anunció el secretario de Estado de Comercio, Francisco Utrera.

Los empresarios españoles -unos 40 de ellos estaban ayer en Damasco- confían en ese mercado potencial para superar un exiguo saldo que hoy no alcanza los 200 millones de euros. Ofrecen proyectos agroindustriales, de informática, turismo, telecomunicaciones y otras infraestructuras. Asad hizo una invitación expresa a los bancos españoles.

Los Reyes concluyen hoy su primera visita de Estado a Siria y proseguirán viaje a Bahrein, donde almorzarán en privado con el rey Hamed, y a Qatar, país en el que España va abrir embajada.