Maragall destaca que su programa es "social, no nacionalista ni independentista"

Pasqual Maragall quiere que Cataluña sea conocida y admirada no por su historia o su identidad, sino por la calidad de sus servicios públicos y sus programas sociales. El candidato socialista a la presidencia de la Generalitat lo dijo ayer en un acto organizado por Aula EL PAÍS, en la sede de este periódico en Barcelona, en el que presentó el proyecto político con el que aspira a desplazar a Convergència i Unió (CiU) de la presidencia de la Generalitat después de 23 años de gobierno nacionalista.

"Mi objetivo es impulsar el programa social y mejorar la vida de los ciudadanos en asuntos fundamentales como la educación, el trabajo, la vivienda, la seguridad y la salud", afirmó el líder socialista. A pesar de que la campaña electoral tendrá como eje fundamental la reforma del Estatuto, aspiración compartida por todos los partidos parlamentarios catalanes salvo el PP, Maragall aseguró que él pondrá más el acento en las cuestiones sociales que en las identitarias, de acuerdo con la trayectoria socialdemócrata de su formación: "El programa social es el nuestro", proclamó.

Según la visión de Pasqual Maragall, sólo el PSC-Ciutadans pel Canvi tiene como prioridad las preocupaciones sociales. "Hay un programa nacionalista [CiU], otro independentista [ERC], otro verde [Iniciativa-Esquerra Unida], otro azul [PP] y el nuestro, que es el social", aseguró Maragall, quien insistió en que su objetivo es que los ciudadanos se sientan orgullosos de ser catalanes no por su historia, sino por la "calidad" de sus programas sociales.

Esto no significa que Maragall no dé importancia a la reforma del Estatuto. Los cambios institucionales que persigue tendrán, según aventuró ayer el dirigente socialista, una gran importancia. En su opinión, la reforma estatutaria no sólo resolverá el encaje de esta comunidad en España, sino que será un impulso determinante para acabar con la violencia en Euskadi.

"El [problema] de allí [de Euskadi] es más trágico y más dramático, pero no es el más importante; tanto es así que no se resuelve, en parte, porque tengo la sensación de que en Madrid se piensa siempre que cualquier cosa que hacen con los vascos también lo pedirán los catalanes", aseguró Maragall. En consecuencia, el dirigente socialista quiere que en las Cortes se debata cuanto antes el nuevo Estatuto para dejar atrás este supuesto escollo. Aprobar las reformas estatutarias para Cataluña será, según la visión de Maragall, la mejor forma de ayudar a resolver el conflicto vasco porque quedará claro, dijo, que Cataluña "no quiere marcharse" de España. Todo lo contrario: lo que Cataluña quiere, dijo, es "mandar".

Apoyo en las Cortes

El presidente del PSC se mostró convencido de que antes de un año el Parlamento catalán ya habrá concluido su propuesta de reforma del Estatut y que ésta acabará obteniendo la luz verde de las Cortes porque llegará con el aval de más del 80% del arco parlamentario catalán, una situación muy distinta a la del País Vasco.

Además, al tener todo el proceso el respaldo del PSOE -así lo cree por lo menos el candidato del PSC-, las reformas tienen muchas posibilidades de prosperar incluso en el caso de que el PP mantuviera la mayoría absoluta en el Senado, siempre y cuando la perdiera en el Congreso.

Maragall, que se presentó como la única opción que asegura el cambio, se mostró convencido de que Cataluña será la primera etapa de un giro europeo hacia la izquierda, a la que en marzo se incorporará también España.