Rabanera reunirá el domingo a la Diputación alavesa para rechazar el 'plan Ibarretxe'

La Diputación de Álava, gobernada por el PP, reunirá el próximo domingo de forma extraordinaria a su Ejecutivo, el Consejo de Diputados, para expresar institucionalmente su rechazo al proyecto de ley que el Gobierno de Juan José Ibarretxe aprobará la víspera con el articulado de su Estatuto Político de Libre Asociación. La sesión del Gobierno autónomo del sábado también es extraordinaria -normalmente se reúne los martes- y el lehendakari la ha querido hacer coincidir con el 24º aniversario del referéndum en que se aprobó el Estatuto de Gernika. Ibarretxe solemnizará el registro del texto en el Parlamento vasco, acudiendo personalmente a la Cámara para entregar el proyecto en mano.

El diputado general alavés, el popular Ramón Rabanera, anunció ayer que el domingo reunirá en sesión extraordinaria al Consejo de Diputados (el Ejecutivo provincial) para comunicar su posición institucional sobre el proyecto de ley de Estatuto Político de Libre Asociación que el Gobierno vasco habrá aprobado, registrado en el Parlamento vasco y dado a conocer la víspera.

Será ésta la primera respuesta institucional que reciba el proyecto de ley, nadie duda de que resultará frontalmente negativa y lo más molesto para Ibarretxe es que procederá de dentro de casa, de una institución interna del País Vasco: una de las tres poderosas diputaciones forales.

La Diputación alavesa, la única de las tres que no controlan los nacionalistas, parece querer revestir su pronunciamiento de la misma solemnidad que Ibarretxe quiere dar al de su Gobierno. Por ello, responderá al día siguiente, sin dejar pasar siquiera el domingo, como muestra de la gravedad y urgencia que quiere conferir al asunto. Las reuniones del Consejo de Diputados alavés se celebran habitualmente los martes.

También Ibarretxe ha preparado una cuidada escenografía para la conversión de su plan de libre asociación en un proyecto legislativo concreto. Reunirá al consejo de su Gobierno tripartito a las 10.30 del sábado, elegido simbólicamente al cumplirse este 25 de octubre los 24 años de la aprobación en referéndum del Estatuto de Gernika, al que su proyecto aspira a derogar y sustituir. Ibarretxe comparecerá para la ocasión con su Gobierno al completo y, a continuación, se trasladará personalmente a la sede del Parlamento autónomo, donde entregará en mano el proyecto de ley al presidente de la Cámara, Juan María Atutxa.

Esta entrega se desarrollará mientras a escasos 200 metros de la Diputación y las Juntas Generales alavesas (el Parlamento provincial) celebrarán con un acto institucional conjunto ese aniversario. Los socialistas han organizado otro acto en Bilbao.

Andadura parlamentaria

La jornada del sábado colocará el plan Ibarretxe en el punto definitivo de no retorno, ya que dejará de ser una mera propuesta que se mueve en el terreno de las intenciones y las declaraciones para convertirse en un proyecto de ley del Gobierno e iniciar una andadura parlamentaria que, aunque de plazos dilatados, tiene que concluir en 2004, según el calendario que se marcó su propio promotor en septiembre, y enfrentar al lehendakari con el momento de la verdad: la convocatoria de un referéndum sin el consenso previo que tuvo el Estatuto de Gernika.

Tras la dura advertencia efectuada el lunes por las Juntas Generales de Álava, anunciando su posible separación de la comunidad vasca si el proyecto de Ibarretxe se materializa, ayer fue Rabanera quien, en nombre de su Gobierno foral, expresó su intención de tomar "las medidas oportunas dentro del Estado de derecho y del propio Estatuto" para "defender los intereses de los alaveses".

El diputado general no quiso concretar las posibilidades de intervención que maneja y está estudiando la institución y aplazó cualquier respuesta "hasta el domingo, una vez que veamos el proyecto del señor Ibarretxe". "Si estimamos que ese proyecto, y creemos que desgraciadamente es así, va en contra del gran acuerdo [en referencia al Estatuto de Gernika] y de la esencia de la comunidad autónoma, que son los fueros y los derechos históricos de los territorios, tomaremos las medidas que creamos oportunas", resumió.

El diputado general agregó que se considera obligado a "defender los intereses de la mayoría" en Álava y se remitió a lo decidido la víspera "por la Cámara más representativa de los de todos los alaveses", en alusión al texto aprobado en las Juntas.

Su diputado de Presidencia, el ex parlamentario peneuvista Javier Guevara, instó a Ibarretxe a tener en cuenta la opinión de uno de los tres territorios que conforman la comunidad y sostuvo que "Álava nunca romperá el pacto estatutario. Si otros rompieran el acuerdo, [Álava] tendría que replantearse su futuro".

El Gobierno consideró como "una respuesta cabal" y "una buena llamada de atención" a Ibarretxe el pronunciamiento de las Juntas Generales, según dijeron los ministros del Interior y de Administraciones Públicas, Ángel Acebes y Julia García Valdecasas, respectivamente.

De su lado, el líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su deseo de que la Diputación alavesa no cumpla su advertencia. Zapatero destacó que las Juntas expresaron, con el voto de su partido, "su apoyo a la Constitución y al Estatuto", su deseo de permanecer "en el ámbito de la autonomía vasca" y su "rechazo" al plan Ibarretxe.