Un juicio sórdido y polémico

Tal y como anticipaban todos los expertos legales, el jugador de los Lakers Kobe Bryant tendrá que sentarse en un banquillo acusado de haber violado a una joven de 19 años en la habitación de un hotel. El juez que presidió la vista preliminar entiende que hay "pruebas suficientes" para sustentar esa acusación, aunque reconoce al mismo tiempo que esas pruebas son "mínimas". Semejante comentario permite anticipar que el juicio será polémico y sórdido; abogados y fiscales basarán sus argumentos en los detalles más escabrosos del incidente. El proceso no se celebrará hasta bien entrado el año próximo.

Sólo Kobe Bryant, la gran estrella de la NBA, puede pedir que el juicio se celebre por el trámite de urgencia. Las leyes de Colorado, el estado en el que se cometió la presunta violación, establecen penas de entre cuatro años de cárcel a cadena perpetua para los condenados por ese delito, o un mínimo de 20 años de libertad vigilada si existen circunstancias atenuantes. El caso puede resolverse por la vía extrajudicial si las partes llegan a un acuerdo económico. Si eso ocurre, la fiscalía podría continuar el procedimiento por las mismas acusaciones, pero sería incapaz de demostrarlas sin la colaboración de la mujer.

El suceso ocurrió en la noche del 20 de junio. Bryant había viajado a un balneario de Colorado para someterse al día siguiente a una operación de rodilla en un centro médico cercano. Según la versión de la defensa, el jugador de la NBA entabló amistad con la recepcionista del hotel, de quien sólo se sabe que es blanca, rubia y de 19 años. Por la noche, intimaron en la habitación del deportista. Mantuvieron una relación sexual pero no la consumaron porque, según los abogados, Bryant se sintió incómodo sin preservativo. Quedaron como amigos, dicen los letrados.

El relato de la mujer que argumenta la fiscalía es bien distinto. Asegura que Bryant se fijó en ella nada más registrarse en el hotel e hizo subir a la mujer a su habitación con la excusa de que se le había roto el "jacuzzi". Allí, el jugador agarró a la joven por el cuello, la sujeto de espaldas contra una silla y la violó.

El juez de la vista preliminar establece que la mujer, en su declaración ante la policía, "aportó pruebas de haber mantenido una relación sexual contra su consentimiento, mediante la aplicación de la fuerza y con el resultado de dolor y heridas", pero considera que esas pruebas son "mínimas", casi insuficientes para proceder con el juicio.

En su primera declaración ante un inspector de policía, la joven reconoció que subió voluntariamente a la habituación y que ambos empezaron "a besarse y tocarse con el consentimiento mutuo", según declaró el inspector en la vista preliminar. El policía reconoció después que la mujer nunca le dijo a Kobe Bryant que no quería mantener relaciones sexuales con él. Este detalle, que en absoluto descarta la posible existencia de la presunta violación, será empleado por la defensa junto con otro aún más incómodo: el historial sexual de la mujer. Un examen médico certificó la existencia de "pequeñas heridas" en el cuello y un leve desgarro vaginal, pero reveló también que la mujer había mantenido relaciones con al menos tres hombres distintos en tres días, incluido uno después del encuentro con Bryant, pero antes de la visita al hospital y de la denuncia ante la policía.