La Real apela al espíritu del Albacete

Al fútbol se juega como se entrena y como se vive. Actualmente, hay dudas sobre lo segundo. Lo que no admite controversia es la manera de vender los partidos antes de que comiencen. El ritual se cumplió ayer a la perfección en la sala de prensa del estadio Delle Alpi, donde hoy se enfrentan el Juventus y la Real Sociedad en el tercer partido de la liguilla que podría casi clasificar a uno de los contendientes. Por la mañana, Marcello Lippi, el técnico afamado y experto de la Juve, engrandeció a la Real, de la que dijo que podría haber ganado la Liga española de no haber sido por la eliminación del Madrid en las semifinales europeas. "El Madrid consiguió el titul

o por la rabia que le dio caer. De haberse clasificado, la Real habría sido la campeona", afirmó taxativo. Lo demás fue el ritual que aparece en las estadísticas, aquello de "equipo sólido que apenas ha cambiado respecto al curso pasado" y demás lisonjas no exentas de razón, con algún guiño particular a sus futbolistas. A Lippi le gusta la pareja de delanteros realistas, "en especial Nihat". Recuérdese que Kovacevic jugó en este equipo dos temporadas, aunque entonces el entrenador era Ancelotti, y no triunfó porque jugaba muy poco, aparcado por el sobrenombre de Del Piero e Inzaghi.

Por la tarde, en el mismo lugar, en la misma mesa, Raynald Denoueix no aceptaba el reto. Inquietado por los periodistas sobre el desastre de Albacete (derrota por 3-1 el sábado), algo convertido en un drama psicológico entre la afición, se fue al extremo contrario de Lippi: "Seguramente, ahora nosotros somos el Albacete y, como hicieron ellos con nosotros, podemos dar la sorpresa a la Juve", dijo Denoueix.

Durante media hora, habló Denoueix en Turín... del Albacete. El golpe fue tan duro que periodistas y entrenador aun no han digerido aquel mazazo. Para él, todo fue un problema de relajación, "de falta de tensión", porque en sus 50 partidos con la Real afirmó que "nunca" vio a su equipo con "tal sensación de superioridad" no concretada.

Así que Denoueix reclamó algo así como el espíritu del Albacete para ganar a la Juve. "Como ellos, nosotros tendremos ese grado de concentración y ese ánimo psicológico para ganar", afirmó. La mezcla está clara: la mentalidad del Albacete y la posesión, en ese partido, de la Real, en torno a un 65%. "Con eso podemos ganar y podemos hacer un gol pronto. Pero eso no quiere decir que vayamos a ganar", advirtió.

Hay dudas en la Real, no cabe duda, sobre el equipo que lidiará el toro del Juventus: ¿el campeón de la Liga que pudo haber sido, que prevé Lippi, o el Albacete psicológico que espera Denoueix? Un debate apriorístico que se resolverá hoy. Denoueix no puede contar con Kvarme y tiene al coreano Lee Chung Soo afectado por la gripe. Por eso se ha traído al joven Prieto, un extremo goleador del filial que puede ocupar plaza en el banquillo o en la grada. Los cambios tácticos afectarán al medio campo. Posesión del balón es la palabra clave. Así que Alkiza puede tener su oportunidad en la alineación. Lippi tiene la baja por lesión de Del Piero y sólo mantiene las dudas de Montero o Ferrara en el eje de la defensa y de Miccoli o Di Vaio en la delantera, junto a Trezeguet.

Juventus: Buffon; Thuram, Luliano, Montero o Ferrara, Zambrotta; Camoranesi, Appiah,Tacchinardi, Nedved; Trezeguet y MIccoli o Di Vaio.

Real Sociedad: Westerveld; Rekarte, Jáuregui, Schürrer, Aranzabal; Karpin, Xabi Alonso, Alkiza, Gabilondo; Nihat y Kovacevic.