Arcelor alerta de que la directiva sobre CO2 puede expulsar inversión de Europa

El primer productor de acero del mundo, Arcelor, y responsable del 2% de todo el CO2 que se emite en Europa, ha alertado sobre el riesgo de replantearse la localización de sus inversiones en un futuro próximo, en el caso de que la directiva europea sobre emisiones de CO2 no cambie el criterio de conceder los derechos de emisión a las compañías eléctricas.

El presidente de Eurofer, la patronal europea del sector y de Arcelor, la firma resultante de la fusión de Aceralia, Usinor y Arbed, Guy Dollé, ha explicado en la sede social del grupo, en Luxemburgo, que de momento no se ha paralizado ningún proyecto de inversiones, pero que si todo sigue igual "habrá que replanteárselo en el caso de las acerías".

El responsable del grupo Arcelor critica que a pesar de las inversiones que tuvieron que afrontar para reducir las emisiones de CO2

[han llegado al 17% de reducción frente al 8% que exige el Protocolo de Kioto], ahora se van a ver obligados a volver a pagar a las eléctricas en concepto de derechos de emisión entre 20 y 30 euros por tonelada de ese gas, causante, junto a otros cinco, del denominado efecto invernadero.

Guy Dollé ha emplazado directamente al comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, a que responda si la visión de la política industrial europea es "trasladar fuerza de trabajo fuera del ámbito de Kioto".

Pacto con las eléctricas

La dirección de Arcelor llegó a acuerdos con las compañías eléctricas para utilizar los gases de sus plantas como el combustible que alimentará los generadores de energía para las propias acerías. Un acuerdo que obligó a realizar fuertes inversiones para canalizaciones.

Guy Dollé se mostró molesto porque la Comisión Europea no ha tenido en cuenta los esfuerzos que ha realizado su firma para reducir drásticamente las emisiones de gases y, aunque reconoció que puede ser una idea provocadora, pidió que se cobren tasas especiales a los productores de acero que no cumplan con el protocolo de Kioto.

Según explicó, esa opción pasaría "por establecer una tarificación de tasas por empresas y grupos que pudiera llegar a gravar hasta el 30% de los precios de quienes no cumplan con el protocolo de reducción de emisiones.

Arcelor, que este año enjugará 700 millones de euros, 350 millones por las desinversiones previstas de la deuda de 3.000 millones que todavía mantiene viva, ha transformado su prioridad de entrar a producir en Estados Unidos por China. Las trabas arancelarias del Gobierno de Bush y la situación económica europea han aconsejado al grupo esperar y centrar sus esfuerzos inversores en la planta que, junto a Bao y Nippon Steel, están construyendo en China.