El juez Del Olmo cierra la operación 'Egunkaria' con ocho nuevas detenciones
Los investigadores sostienen que el diario era "un disfraz" para blanquear dinero de ETA
A las dos de la madrugada de ayer, más de 200 guardias civiles se desplegaron por Guipúzcoa y Navarra para ejecutar la segunda y última parte de la operación iniciada el 20 de marzo pasado con la clausura del diario Egunkaria. Los agentes, enviados por el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo, detuvieron a ocho personas bajo la acusación de irregularidades contables y blanqueo de dinero en beneficio de la organización terrorista ETA. Tras analizar los 30.000 documentos y 100 ordenadores requisados en la redada de marzo, los investigadores están convencidos de que Egunkaria fue "un disfraz tejido de falsedades, sin la mínima consistencia mercantil, económica o financiera".
A las ocho de la mañana, los guardias civiles se marchaban, entre abucheos, del Parque Cultural Martín Ugalde, a las afueras de Andoain (Guipúzcoa), sede del diario clausurado y de algunas de las empresas investigadas. El segundo capítulo de la operación quedaba saldado con ocho detenidos, 14 registros y abundante documentación incautada.
Tres horas después, el ministro del Interior, Ángel Acebes, ofrecía una rueda de prensa en el Congreso de los Diputados para hablar de la redada. A diferencia de ocasiones anteriores, se mostraba muy cauto. Justificó la operación en la necesidad de "seguir las investigaciones y tomar declaración a los arrestados", pero se guardó de vincularlos con ETA. Al mediodía, la repulsa de los partidos nacionalistas a las detenciones era ya un clamor en Euskadi. Para no caldear más el ambiente, Interior abortó la difusión oficial de un comunicado en el que se explicaba la operación con todo lujo de detalles.
La primera parte del texto se dedicaba a recordar los motivos que condujeron al cierre del único diario en euskera, para a continuación a explicar la operación de ayer. "Ante el problema del dinero necesario para su proyecto", aseguran los investigadores, "ETA lo resuelve mediante los procedimientos plasmados en el proyecto Udaletxe y creando una estructura de empresas que justifiquen y oculten dichos ingresos. En total, las estructuras diseñadas por ETA han manejado 15 millones de euros de origen desconocido".
Falsificaciones
"Y para dirigir esta estructura", continúa, "se nombraron nuevamente a personas de confianza para los cargos de responsabilidad fingiendo juntas de accionistas, inventando incluso a los propios accionistas, falsificando actas y escrituras, haciendo también una farsa de los consejos de administración". El resultado: "Creemos demostrado que nueve empresas del entramado de Egunkaria manejaron 15 millones de euros (unos 2.500 millones de pesetas) de origen desconocido entre 1990 y la actualidad, que ocultaron esos beneficios al fisco y que, gracias a ello, obtuvieron subvenciones de nueve millones de euros (unos 1.500 millones de pesetas)".
Los investigadores creen haber descubierto las tretas del entramado: "Para mantener unas tiradas que justificaran la recepción de subvenciones y ante la falta de venta de diarios, los detenidos establecieron un sistema que les permitía falsear la cifra de ventas reales a la OJD, mintiendo la difusión, que sobrevalora hasta por encima del 100%. Por ejemplo, en Álava declararon ventas anuales de 220.000 ejemplares, cuando la investigación ha demostrado que las ventas reales no llegaban a 92.000". El Servicio de Información de la Guardia Civil explica que "para disfrazar la falta de ingresos por la venta ejemplares tiene que recurrir a la red de empresas para aflorar fondos ilegales".
José María Sors Bagues, uno de los ocho detenidos ayer, está considerado por los investigadores como el cerebro del entramado, el hombre que estableció la estrategia de blanqueo de capitales de las sociedades instrumentales. Sors, de 52 años y arrestado en Rentería (Guipúzcoa), está vinculado a la Fundación Euskalgintza Elkarlanean, constituida en 1999 y que engloba la editora Elkarlanean, la distribuidora Zabaltzen, las librerías Bilintx y las tiendas Megadenda, además de servidores de Internet y otras editoriales. Sors, además, ha representado a Egunkaria ante las instituciones vascas tras la intervención del diario.
José María Sors goza de gran predicamento en el mundo editorial en euskera. De hecho, ayer, nada más conocerse su detención, recibió muchas muestras de apoyo. El Gremio de Editores de Euskadi recordó que fue el propio Sors quien se ofreció públicamente a las autoridades para facilitar "cuanta información pudiera necesitar el juez". Los otros siete detenidos son Miguel Angel Arrizabalaga, hombre de confianza de Sors; Juan María Larrarte, miembro de la alta dirección del grupo de empresas Egunkaria, SA; Miguel Azkune, administrador único de Ardatz Komunikazio Zerbitzuak, SL, una de las nueve empresas del entramado; Amando Hernández, administrador de Tolosaldeko Komunikabideak, SL, editora de la publicación Egunero; Francisco Javier Legarra, técnico contable de las empresas de la Fundación Euskalgintza; Miguel María Sorozabal Macho, ex gerente y director de finanzas de Egunkaria, SA, y Ángel Ramón Díez, que financió el Parque Cultural Martín Ugalde. Todos fueron conducidos a Madrid por la Guardia Civil.
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