Preocupación en la industria del cine de Canadá por la elección de Schwarzenegger
Toronto es conocido como "el Hollywood del norte", y el actor es partidario de rodar en EE UU
La que puede ser primera "víctima" de la elección del actor Arnold Schwarzenegger como gobernador de California no reside en el Estado de la costa oeste de EE UU, sino al norte del paralelo 47, en Canadá, donde se ruedan lo que el actor llama "producciones fugitivas".
En ciudades como Toronto y Vancouver, la votación del pasado 7 de octubre para retirar al gobernador demócrata Gray Davis y reemplazarlo por el actor de origen austriaco fue seguida con especial interés por los integrantes de la boyante industria cinematográfica canadiense.
Y no precisamente por el deseo de ver a uno de sus colegas más famosos en el mundo hacerse con la victoria. De hecho, si la industria cinematográfica canadiense hubiese podido decidir el resultado de la votación en California, Schwarzenegger no habría estado ni cerca de dirigir el Gobierno de la quinta economía mundial y sus 31 millones de habitantes.
La razón es que Schwarzenegger ha criticado en numerosas ocasiones lo que denomina "producciones fugitivas", aquellas películas y series de televisión estadounidenses que se ruedan en "el Hollywood del norte", como se conoce en el sector a Toronto, para beneficiarse de los costes inferiores.
Sus palabras no siempre están respaldadas por hechos. Aunque es verdad que su última película, la tercera edición de Terminator, fue rodada en Los Ángeles y no en Vancouver, tal y como estaba previsto hasta el último minuto, por su intervención personal. Schwarzenegger rodó hace tres años, en 2000, en Canadá su película El sexto día. Su intención de trabajar en Estados Unidos la justifica por la creación de nuevos puestos de trabajo.
Esa decisión tiene aterrorizados a productoras y actores canadienses que dependen en gran medida de la mayor industria cinematográfica del mundo, especialmente en un año como éste, en el que se ha rodado un 40% menos en Ontario a consecuencia de la aparición de la neumonía asiática en la provincia canadiense.
La única esperanza para los canadienses es que Schwarzenegger va a estar realmente ocupado con los problemas más acuciantes del Estado como para preocuparse de la "producciones fugitivas". Así se ha expresado la presidenta de la comisión de cine de la provincia de Columbia Británica -la segunda en volumen de producción en el país tras Ontario-, Susan Croome. "Sospecho que esto está en el puesto más bajo de la lista de cosas que se tienen que tratar en la economía de California", afirmó Croome.
Pero los grupos de presión del sector en EE UU tienen buen acceso al nuevo gobernador y razones de peso que pueden echar al traste las esperanzas canadienses. El Comité de Acción del Cine y la Televisión -una de las organizaciones de la industria en EE UU- afirma que los subsidios que proporcionan los Gobiernos canadienses, y que pueden llegar hasta el 44% de los salarios, han causado graves daños al sector estadounidense.
Las ayudas públicas canadienses "han retirado de nuestro territorio tres cuartas partes de las producciones a largo plazo de televisión y una cuarta parte de las producciones de largometrajes", afirma el comité. En términos económicos, representa 10.000 millones de dólares al año.
De hecho, poco después de que Arnold Schwarzenegger materializase su victoria, el congresista Darrell Issa -que contribuyó con 1,6 millones de dólares a la fulgurante carrera política del actor- señaló que California empezará a luchar para evitar que producciones estadounidenses acudan a Canadá.
Babelia
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