Stanley Donen preside la Mostra de Valencia, que arrancó ayer
El director norteamericano define el musical como "el gran espectáculo" de su tiempo
A sus 79 años, Stanley Donen todavía tiene fuerzas para pasarse una semana en Valencia viendo películas de cinematografías tan alejadas de su obra como las que ha programado la Mostra de Valencia en su sección oficial. La 24ª edición del festival valenciano arrancó ayer con dos protagonistas absolutos, el director norteamericano, que preside el jurado de la sección oficial, y el actor navarro Alfredo Landa, al que la Mostra dedica una pequeña retrospectiva (sólo cuatro películas) y que recibió ayer el homenaje del certamen en la gala inaugural en forman de estatuilla.
Pero la figura de Landa, a quien el Festival de San Sebastián ya dedicó una retrospectiva de sus trabajos cinematográficos hace sólo un mes, se vio eclipsada por la presencia de Stanley Donen, un hombre que ama el cine "desde que era casi un niño, cuando hacía películas en cámaras de 8 milímetros para divertirme". Ahora, casi 20 años después de su retirada de una industria como la de Hollywood, en la que trabajó durante más de tres decenios, le tocará juzgar las 12 películas que se presentan a concurso en el festival valenciano y que proceden de países de la cuenca mediterránea.
Alfredo Landa recibe el homenaje del certamen, que repasa su obra en un pequeño ciclo
El festival recuerda el 50º aniversario del estreno en España de 'Cantando bajo la lluvia'
La presidencia del jurado internacional de la Mostra no es la única razón por la que Donen ha acudido a Valencia. Aprovechando el 50º aniversario del estreno de su obra maestra Cantando bajo la
lluvia, la Mostra dedica un ciclo a los grandes musicales americanos, en muchos de los cuales el director de Carolina del Sur tomó parte activa como realizador, productor, coreógrafo o guionista. Y es que, como dice Stanley Donen, "el musical en los años cincuenta representaba el gran espectáculo, era algo grandioso que estaba relacionado con el milagro del sonido en el cine, y quienes participaron en él fueron gente que venía del teatro musical de Broadway, como Gene Kelly, Fred Astaire o Ginger Rogers". Precisamente de la contemplación de una película de estos últimos, la pareja de baile más famosa de la historia del cine, surgió la pasión de Donen por la danza: "Cuando tenía nueve años vi Flying down to Rio e inmediatamente decidí que quería ser bailarín y me apunté a clases de baile". Veinte años después, Donen sería uno de los emblemas de la Metro gracias a Un día en Nueva
York, Siempre hace buen
tiempo, Siete novias para siete hermanos o Cantando bajo la lluvia.
"Es muy difícil que el musical sobreviviera, porque hoy día el cine se basa en medios electrónicos", dice con pausada nostalgia quien vivió el declive del musical americano. Él supo salir indemne de aquella decadencia e inició una carrera como director de películas de género que daría a la historia filmes como Charada o Arabesco, y que alcanzaría su cénit en Dos en la
carretera, una película "en la que coincidimos Albert Finney, Audrey Hepburn y yo con graves problemas en nuestros matrimonios, por lo que creo que comprendimos muy bien el guión que había escrito Frederic Raphael".
Y lo hizo sin seguir ningún modelo porque "a mí me gusta todo tipo de cine, desde Hitchcock a René Clair", aunque se confiesa admirador de la obra de Ernst Lubitsch e influenciado, más que por otros directores, "por aquellas cosas que detesto, ya que me hacen saber por qué senda no debo transitar". Ahora, Donen disfruta de un plácido retiro después de que, hace dos décadas, "el cine me dejara a mí, no es que yo dejara el cine, porque las productoras querían hacer películas más simplistas y ésa no es mi forma de trabajar".
No es el caso de Alfredo Landa, el otro protagonista de la jornada de ayer en la Mostra, quien aseguró que seguirá haciendo películas, "aunque ahora me están hinchando a premios, no sé si porque piensan que me voy a retirar". Landa mostró su admiración por Garci, con quien comenzará a rodar el próximo día 27 El tiovivo, y agradeció el homenaje que le tributó el festival.
Ambos fueron las estrellas de la gala de inauguración de una Mostra que estrena director en esta edición en la figura del realizador José Antonio Escrivá, y que se prolongará hasta el próximo 23 de octubre. El equipo comandado por Escrivá ha apostado en su primer año al frente del polémico certamen valenciano por una programación ecléctica en los 11 ciclos que ofrece al público. La presencia del fútbol en el cine, el género fantástico de tendencias gore, las mujeres directoras del cine francés, el recuerdo para seis ilustres personajes del mundo del cine fallecidos en el último año y los repasos de las obras del actor Jorge Mistral y el director francés Jacques Tati acompañan a los ciclos dedicados a Landa y el musical americano, en un menú cinematográfico que completan las habituales secciones oficial e informativa y la dedicada a la industria audiovisual valenciana, la gran novedad de esta Mostra.
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