La mitad de los últimos atentados de ETA perseguía la extorsión
Los daños a Olloquiegui alcanzan los dos millones de euros
La mitad de los atentados con explosivos cometidos por ETA en lo que va de año han tenido como principal objetivo forzar la voluntad de empresarios que se resisten a la extorsión, una línea que era hasta ahora marginal en su actividad terrorista. Las dos bombas colocadas bajo sendos camiones de la empresa Olloquiegui en Irún, que calcinaron 11 vehículos, han causado daños estimados inicialmente en dos millones de euros.
Artefacto en un hotel
El consejero de Transportes, Alvaro Amann y el Círculo de Empresarios Vascos, así como las asociaciones de transportistas de cada territorio vasco, denunciaron ayer la "extorsión" económica que ETA ejerce sobre los empresarios, tanto mediante los atentados, como con las cartas exigiendo el cobro de dinero.
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