La marcha contra el 12 de octubre reúne a 1.000 personas y acaba sin incidentes
La manifestación contra el Día de la Hispanidad celebrada ayer en Barcelona finalizó sin incidentes. Hacía años que no sucedía, y eso que buena parte de los manifestantes eran los jóvenes antisistema que acuden anualmente a ésta y otras citas que suelen derivar en enfrentamientos con la policía, quema de contenedores y rotura de escaparates cuando se disuelve la marcha. El año pasado, por ejemplo, hubo 30 detenidos. Hace dos años, otros 28, y en 1999 ocurrieron los peores disturbios que se recuerdan, cuando el barrio de Sants quedó arrasado por un grupo de vándalos ante la pasividad policial.
La manifestación de ayer había sido convocada por la Plataforma Antifascista y reunió a unas 1.000 personas, de acuerdo con informaciones de la Guardia Urbana. Bajo el lema 12-O. Nada que celebrar. Resistamos los fascismos, la marcha partió de la plaza de los Països Catalans y concluyó en la plaza de Catalunya. En todas las esquinas que cruzaban los manifestantes había un mínimo de dos furgonetas policiales para evitar la dispersión y cualquier intento de llegar a la montaña de Montjuïc. Allí, junto al Palau Sant Jordi, los grupos ultraderechistas habían convocado el habitual homenaje a la bandera, que reunió a 300 personas y derivó, como todos los años, en un acto soflama contra los nacionalismos y todos los partidos políticos, incluido el PP.
La policía realizó controles en ambas zonas de la ciudad para disuadir a los manifestantes que llevaban objetos contundentes. "¡Hay más policías que manifestantes!", exclamó un jubilado en Sants.Al paso de la manifestación de la Plataforma Antifascista por la plaza de la Universitat, un desconocido arrojó una botella contra la marcha y se parapetó en un bar. Fue el propio servicio de orden el que medió para que la provocación quedase en nada. Los accesos a Las Ramblas y el Portal de l'Àngel desde la plaza de Catalunya estaban fuertemente vigilados por la policía.
Por otra parte, el candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, Josep Piqué, asistió ayer a la misa aragonesa celebrada por el cardenal Ricard Maria Carles en la basílica de Santa Maria del Mar. "No se han de contraponer símbolos ni celebraciones", aseguró Piqué, para quien "no hablar de la Hispanidad es negar la evidencia. Hay un sentimiento común, una historia común, unos planteamientos comunes y hay una aceptación de la pluralidad".
Mientras, la JNC, rama juvenil de CDC, inició ayer una campaña contra la celebración de la Hispanidad y sustituyó el cartel de la plaza de España en Mataró, El Masnou y Montgat (Maresme) por nuevas placas con el nombre de plaza del Nou Estatut. Los jóvenes nacionalistas repartieron 15.000 pegatinas con el lema 11 de septiembre sí, 12 de octubre no.
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