Cruz Roja denuncia la situación "inaceptable" de los 660 detenidos en la base de Guantánamo
La organización rompe su confidencialidad ante la pasividad de la Administración de Bush
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) rompió ayer la confidencialidad de sus informes para criticar el trato que Estados Unidos da a los detenidos de la base de Guantánamo (Cuba), exigiendo a Washington, en un inusual mensaje público, que los ponga en libertad de inmediato si no va a proceder judicialmente contra ellos. En declaraciones al diario The New York Times publicadas ayer, el representante del CICR para EE UU, Christophe Girod, estimó que la situación de los detenidos hace año y medio por su supuesta relación con el régimen talibán afgano o con la red terrorista de Osama Bin Laden, Al Qaeda, es "inaceptable" y que estas 660 personas deberían ser liberadas.
"No se puede mantener así a estos detenidos, en esta situación, de forma indefinida", advirtió Girod al término de una visita de inspección a la base al frente de una delegación del CICR. Girod no criticó las condiciones físicas en que se encuentran los presos, aunque consideró "intolerable" que las instalaciones sean utilizadas "como un centro de investigación y no como un centro de detención".
El CICR suele mantener la confidencialidad de sus informes sobre visitas a cárceles, que sólo remiten a los Gobiernos afectados, con el fin de no perder las autorizaciones y poder seguir realizando un trabajo que en muchos países es esencial para el bienestar, e incluso la supervivencia, de los presos. Sólo en ocasiones excepcionales, cuando sus requerimientos no reciben respuesta, estos informes se publican. La organización actúa ahora motivada por la frustración por la actitud del Gobierno de George W. Bush negándose a aclarar la situación legal de los detenidos.
"Tras 18 meses de cautividad, los detenidos no tienen ni idea de qué destino les espera. Están en un vacío legal. Esto es inaceptable para el CICR", aseguró desde Ginebra Amanda Williamson, portavoz de Cruz Roja. Los funcionarios de la Cruz Roja -que son los únicos que inspeccionan periódicamente las condiciones de los sospechosos de terrorismo- denunciaron ya en agosto la situación en su página de Internet y después se han reunido varias veces con miembros del Gobierno de EE UU para pedirles que definieran si el penal de Guantánamo es un centro "de detención" o "de investigación".
La única respuesta, por parte del Pentágono, ha sido insistir en que van a procesarles "a su debido tiempo", sin especificar "cuánto" tiempo, y admitiendo que la prioridad es obtener información en los interrogatorios.
El aislamiento y la incertidumbre están agudizando el deterioro mental de los detenidos, 27 de los cuales han intentado suicidarse, algunos incluso varias veces. Hasta el momento a sólo seis se les ha notificado que van a ser enjuiciados en tribunales militares, aunque la fecha de los procesos no ha sido anunciada todavía. Otros 68 han sido liberados, la mayoría afganos y saudíes. Estos últimos fueron recluidos al llegar a su país.
Las críticas de la Cruz Roja coinciden con una petición presentada el pasado miércoles por diplomáticos, militares y jueces ante el Tribunal Supremo estadounidense para que dirima las apelaciones de 12 detenidos kuwaitíes. La petición, juridídicamente denominada amicus curie, la han interpuesto el ex subsecretario de Estado William Rogers, el almirante retirado Donald Guter, el ex prisionero de la segunda Guerra Mundial Leslie Jackson y el ex juez federal y susecretario de Justicia Harold Tyler.
Al margen de la Constitución
La apelación en nombre de los kuwaitíes desafía la legalidad de la decisión del presidente Bush de mantener a los detenidos en un limbo judicial y pide a los magistrados que se pronuncien sobre si el Ejecutivo está "abusando de su poder y actuando al margen de la Constitución". Argumentan que Guantánamo sí está dentro de la jurisdicción del sistema de justicia de Estados Unidos, en contra de lo que ha decidido el Gobierno.
En declaraciones a EL PAÍS, Kristine Huskey, una de las abogadas de los detenidos kuwaitíes, sostiene que el propio Gobierno se contradice. "Según la Marina de Estados Unidos, Guantánamo es a todos los efectos territorio americano. Si, por ejemplo, un ciudadano español atacara a una iguana de Guantánamo -las iguanas están protegidas legalmente-, le juzgarían bajo las leyes americanas; entonces, por qué no están amparados los detenidos extranjeros allí", se preguntó Huskey en una entrevista telefónica. El objetivo, señaló, no es tanto que los enjuicien en territorio americano como que les formulen cargos para que puedan defenderse al amparo de las leyes de Estados Unidos, aunque los juicios se celebren en Guantánamo.
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