Dimite el fichaje estrella del PP en Málaga tras acusar al alcalde de impedirle trabajar
Bernardo Pinazo dice que De la Torre le desautorizó y puso en duda su profesionalidad
Bernardo Pinazo, el fichaje estrella del Partido Popular en las pasadas elecciones municipales en Málaga, renunció ayer, a los 119 días de acceder al cargo, a su acta de concejal. Su marcha no sorprendió a nadie, pero si la contundencia de las razones esgrimidas: "Se me ha impedido desarrollar el trabajo para el que teóricamente yo había sido fichado por el alcalde, porque fue él quién llamó a mi puerta". Pinazo, que ha denunciado ante la Policía haber recibido amenazas telefónicas, dijo que se iba con "dolor y frustración" por el desengaño sufrido en cuatro meses de actividad municipal.
Pinazo puso ayer punto y final a una fugaz carrera política en Málaga, a la que se incorporó a instancias de Joaquín Ramírez, presidente provincial del PP y de Francisco de la Torre, alcalde de la ciudad, que lo incluyeron en el puesto número 4 de la candidatura. Los reproches en su salida, sin embargo, sólo tuvieron un destinatario: el primer edil de Málaga. Pinazo, que es magistrado, contó sin tapujos sus encontronazos con De la Torre y le reprochó que su incorporación a la vida política "estaba unida al compromiso de que ejercería el cargo de concejal de Economía y Hacienda", pese a ello en el equipo de gobierno municipal fue colocado al frente del área de Medioambiente, en base a que por su condición de jurista podría resolver el contencioso con Limasa -la ruptura del contrato con los adjudicatarios privados del servicio de limpieza en la capital».
"Tras digerir este primer cambio", relató Pinazo, "me puse a trabajar y logré una solución jurídica con las empresas adjudicatarias de los servicios de limpieza, una vía para eliminar un problema que parecía enquistado". El informe fue desautorizado públicamente por el alcalde, lo que a su juicio puso en cuestión "su rigor y profesionalidad". Asegura que, tras este nuevo encontronazo, "mis funciones quedaron prácticamente reducidas a la firma de documentos, dado que se me impusieron sin consultarme varios asesores y técnicos". Pinazo asegura que las competencias de su gestión pasaron directamente a realizarse desde la Alcaldía, a la par que le excluyeron de las reuniones que afectaban a su área.
La falta de sintonía entre Pinazo y De la Torre estalló con una filtración que se producía hace dos semanas. El juez tenía una importante oferta de trabajo de una empresa consultora internacional y se estaba pensando renunciar al acta de concejal. En una rueda de prensa conjunta, el alcalde le reprochó públicamente que hubiera trasladado sus dudas a la prensa y le dio un ultimátum para que tomara una decisión en días. Pinazo deshojó la margarita y anunció ayer que se marcha a la empresa privada, pero intentó dejar claro que no se trataba de una cuestión económica: "Yo no me voy por dinero, porque la oferta que ahora voy a coger es la misma que tenía cuando me llamaron para ir en la lista, lo que pasa es que yo entré en el ayuntamiento para trabajar y mi código de conducta no va con la forma con la que se está trabajando en el consistorio".
La salida final de Pinazo se vislumbró a los pocos días de que el PP ganara, con mayoría absoluta, las elecciones municipales en Málaga. El juez tuvo un papel relevante en el conato de plante que la mayoría de los ediles populares realizaron a De la Torre para exigirle que Joaquín Ramírez tuviera un papel importante en el equipo de gobierno. Ese pulso lo ganó De la Torre, pero con él se propició una crisis que ya se ha cobrado una nueva víctima política. De momento, es un nuevo triunfo del alcalde, que ayer se limitó a decir ante la marcha de Pinazo: "Es libre de decir lo que ha dicho, yo lo respeto y comparte de que se trata de un momento difícil para él, pero en ningún momento entiendo que se haya sentido coartado al frente de su delegación".
En su marcha, Pinazo dijo que ha sido objeto de al menos dos amenazas telefónicas en las que se le conminaba a "abandonar la política o atenerse a las consecuencias si no lo hacía". En la denuncia formulada ante la Policía Local consta que las llamadas las realizó un hombre con voz joven, de "unos 30 o 40 años y algo temblorosa".
Pinazo será sustituido en el consistorio por Purificación Pineda, una militante de la confianza absoluta del alcalde, quién, según fuentes municipales, también tiene recambio para el juez en Medioambiente, donde se da por hecho que colocará a Teresa Porras.
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