Cataplún
Catherine Willows me habló el martes por la noche. Catherine es la doctora experta en restos de sangre de la serie CSI -la buena, la ambientada en Las Vegas; no la sucursal abierta en Miami-, y el martes me habló directamente por primera vez.
"¿Habías visto antes un cadáver?", preguntó la doctora Willows. Iba a responderle que unos cuantos cuando soltó un mensaje misterioso: "Lo que aún está vivo es lo que queda dentro. Lo muerto acaba en el suelo". Le di vueltas a la frase durante toda la noche, sin encontrarle sentido.
El miércoles busqué iluminación en el diario. Había la foto de unos abueletes republicanos reunidos en un café de Perpiñán celebrando no sé qué de una Constitución española. Vi a un señor con muchas banderas detrás, rodeado por muchos señores de uniforme y anunciando que, como ya tiene Polonia, ahora le toca el turno a Austria, o viceversa. Leí que el servicio de inteligencia más poderoso del mundo se había puesto a investigar por completo por qué no se había investigado si se podía investigar a los traductores de un campo de concentración de prisioneros. Me enteré de que el Gobierno de un país quiere mandar soldados a un ex país, vecino pero no hermano, para ayudar a sus nuevos dueños, pero que hasta los encargados de la tienda a las órdenes de los amos creen que ello constituiría un peligroso disparate. Más adelante supe que a un señor que manda en México le habían puesto una multa por ingresos ilegales, que otro que gobierna en Argentina no viaja al extranjero para que no le embarguen el aeroplano, y que Brasil pronto tendrá su propia bomba atómica. Además, en California eligieron como gobernador al Dalai Lama.
Finalmente leí algo sobre Bush jr. y una filtración, y fue esta palabra, filtración -¿cuál de ellas?, ¿la de hace quince días o la de hace cinco meses?-, lo que me devolvió la cordura.
Supe perfectamente a qué se había referido Catherine Willows: "¿Has visto alguna vez el cadáver de la información? Lo que aún permanece vivo hay que buscarlo dentro. Lo que no existe es lo que más se ve, lo que acaba en el suelo".
A propósito, ¿es cierto que nos ha visitado Schwarzenegger y Esperanza Aguirre no ha querido recibirle?
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