España y Portugal unirán fuerzas para negociar los fondos europeos

Mariano Rajoy estrenó ayer en Lisboa el periplo que pretende hacer por distintas capitales para darse a conocer como nuevo líder del PP y candidato a la presidencia del Gobierno. Tras una entrevista con el primer ministro portugués, José Manuel Durão Barroso, Rajoy dijo que España y Portugal tienen una posición común de cara a la negociación, el próximo año, de los fondos europeos. "Nosotros lo que pediremos es que no se aplique la estadística a palo seco", afirmó Rajoy. El grueso de los fondos van a los países con una renta media inferior al 75% de la media comunitaria, pero esa referencia va a cambiar mucho al incorporarse los países de la ampliación.

"Es evidente es que se van a incorporar a la Unión Europea diez países cuya renta media es aproximadamente el 45% de la renta media europea actual, y es evidente que esos países deben disfrutar de las ayudas que España, Portugal, Irlanda o Grecia tuvieron en su momento", agregó Rajoy. Los fondos estructurales y el de cohesión han sido uno de los motores del crecimiento económico de España en los últimos años. Y a partir de enero comienza la negociación de esos fondos para el periodo 2007-2013.

Rajoy explicó ayer: "Es evidente que muchas regiones que perciben fondos estructurales por tener una renta media inferior al 75% de la media europea, ahora, por un efecto meramente estadístico, porque entran esos 10 nuevos países, van a subir mucho" su renta media. Es decir, la incorporación de los nuevos socios, menos ricos, convierte en casi ricos a los que hasta ahora no lo eran. Y los ricos oficiales -los países fundadores, principalmente- no pueden pagarlo todo. La solución o, al menos, la posición que mantendrán de forma conjunta España y Portugal es que "debe hacerse una negociación que no sea puramente matemática". Es decir, Madrid y Lisboa propugnarán que se busque alguna fórmula para que la pérdida de los fondos europeos sea gradual para lo que en la jerga de Bruselas se denominan "regiones ultraperiféricas", en referencia a territorios de España, Portugal, Irlanda y Grecia.

Esta negociación comenzará después de que concluya la Conferencia Intergubernamental para la redacción de la Constitución Europea. Y en la negociación de esa Constitución, España pretende que se mantenga el reparto de votos acordado en la cumbre de Niza, extremo que cuenta con la oposición de los países más grandes. Sin amenaza de veto, Rajoy aseguró que España "va a dar unos argumentos serios para defender lo acordado en Niza".