Los retoños descarriados
La policía advierte una radicalización entre algunos grupúsculos incorporados a los Riazor Blues, que ayer anunciaron su disolución
La directiva que preside Augusto César Lendoiro nunca simpatizó en exceso con los Riazor Blues, que, a diferencia de otros grupos, no han tenido locales en el estadio ni se les ha dispensado trato preferente en el reparto de entradas. Es más, los Blues le han dedicado varias veces cánticos de reproche a Lendoiro por no financiarles viajes. La estampa de Lendoiro, en la madrugada del miércoles, cuando apenas pudo contener las lágrimas ante los periodistas que lo abordaron en el hospital de Santiago donde ingresó el fallecido, resumía el abatimiento de todo el deportivismo, incluidos los círculos más institucionalizados de los Blues, conscientes de que nada será igual tras la tragedia de San Lázaro.
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