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Juppé se sienta en el banquillo por la financiación ilegal del partido de Chirac

El líder derechista francés desmiente cualquier irregularidad

Alain Juppé explicó, sin pestañear, que no hubo un pago a trabajadores ficticios por parte del municipio. Y señaló a su ex jefe de Gabinete como la persona que, a sus espaldas, podía saber si hubo empresas privadas que pagaron a otra treintena de empleados del partido. Juppé, que fue secretario de finanzas del Ayuntamiento parisiense al tiempo que secretario general del RPR, entiende que los siete empleos considerados sospechosos por la justicia eran verdaderos. "Los empleos eran reales. Todas esas personas trabajaban en el Ayuntamiento de París", afirmó.

"El oficio de colaborador de un cargo electo es un empleo de tipo particular, un empleo mixto", argumentó respecto al caso concreto del consejero Jérôme Grand d'Esnon, que estaba en el Gabinete del partido y en el Ayuntamiento. Citado a declarar, este último corroboró que su verdadero trabajo era el de empleado en el servicio de comunicación de la ciudad de París y que en el partido prestaba sólo una colaboración voluntaria.

¿Y la treintena de empleados del RPR pagados por empresas privadas? El sumario muestra que la propia secretaria personal de Alain Juppé en el partido fue pagada por dos empresas privadas entre 1989 y 1993, y que otro de sus principales consejeros personales estuvo a sueldo del constructor Bouygues entre 1989 y 1991. Las empresas que optaban a adjudicaciones de obras y servicios públicos podían tener mucho interés en tener bien "engrasado" al partido que gobernaba el Ayuntamiento de la capital.

Juppé traslada la culpa

Sin embargo, Alain Juppé alegó ignorar tales situaciones. Además, echó la culpa a su ex jefe de Gabinete, Yves Cabana, que no le habría informado de tales manejos, si los hubo. "Él no habló nunca de esos hechos. Si lo hubiera hecho, habría dado la orden terminante de regularizar la situación", dijo Juppé ante los jueces.

La persona señalada por él había declarado, en una vista anterior, que "todo el mundo" en el partido estaba al cabo de la calle del sistema de empleos falsos.

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Juppé sólo aceptó no haber estado lo suficientemente alerta durante los cinco años que tardó en descubrir tales irregularidades, pero lo atribuyó a la sobrecarga de problemas a los que hubo de hacer frente en esa época. Juppé tomó la secretaría general del RPR en uno de los momentos más bajos de la derecha francesa, cuando su jefe, Jacques Chirac, acababa de perder las elecciones presidenciales de 1988 frente a François Mitterrand. Juppé asegura que regularizó el "desorden" reinante cuando lo supo, en 1993.

La financiación irregular de la política francesa ha sido objeto de numerosas investigaciones, pero muy pocas han llegado a una conclusión. El único escándalo importante con sentencia firme afectó al Partido Socialista, cuyo antiguo tesorero, Henri Emmanuelli, fue sentenciado por percibir comisiones en la adjudicación de obras públicas a través del gabinete Urba. El ex secretario general del Partido Comunista, Robert Hue, eludió una condena por un problema de facturas falsas en 2001 por un defecto formal en la instrucción judicial. Otros dos sumarios que afectan a la derecha, sobre todo en París durante la alcaldía de Jacques Chirac, han encallado por cuestiones de procedimiento y a causa de la inmunidad que cobija al presidente de la República. El presidente de la Asamblea de Córcega, José Rossi, fue condenado ayer a dos años de inhabilitación para desempeñar cualquier cargo electivo por desviar fondos del subsidio de desempleo a clubes deportivos.

Alain Juppé llega ayer a los tribunales de Nanterre, cerca de París.
Alain Juppé llega ayer a los tribunales de Nanterre, cerca de París.REUTERS

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