El 'año cero' de la convergencia europea

"Respecto a la convergencia europea, quizás éste es el año cero". Así de contundente se muestra en una entrevista con EL PAÍS José E. Capilla, responsable del nuevo Vicerrectorado para el Espacio Europeo de Enseñanza Superior (VEES) de la Universidad Politécnica de Valencia, creado a instancias del rector, Justo Nieto, en un momento en que la consolidación del eje París-Berlín, más allá de la política exterior europea, propició el pasado 14 de septiembre el compromiso de todos los socios de la Unión Europea de adelantar los plazos de la convergencia del año 2010 -fijada en la histórica Declaración de Bolonia de 1999- al 2005.

No obstante, y pese a que este ingeniero de Caminos se declara firme promotor del reto del nuevo espacio superior europeo -entendido éste como una transformación de mayor calado que supone "una sociedad única, en un mercado único"-, Capilla no deja de poner el acento en que el recorrido será largo porque ni siquiera el nuevo modelo de equivalencia de créditos, el conocido ECTS, diseñado por los Quince para sustituir el actual sistema de evaluación del aprendizaje, es algo cerrado.

"Hay una equivalencia de créditos al ECTS que, en mi opinión, no se usará en el futuro"

"En esta Universidad estamos usando el nuevo sistema de ECTS desde hace cuatro o cinco años, yo he firmado certificaciones oficiales. El problema es que hemos buscado una equivalencia entre los actuales créditos [que lo que miden es el trabajo del profesor] por el de los ETCS [que lo que evalúan son el trabajo del alumno, incluido el no presencial en el aula] que, en mi opinión, no es lo que vamos a utilizar en el futuro", afirma.

Tampoco está convencido Capilla de que la implantación de las sucesivas directrices acordadas por los gobierno europeos -desde la primera Declaración de la Sorbona (París, 1998), a la de Bolonia (1999) y la última de Berlín (septiembre de 2003), que supone un adelanto en la implantación de las nuevas estructuras de planes de estudio al curso 2005-2006- suponga necesariamente la desaparición o fusión de departamentos o titulaciones. Por ejemplo, el nuevo vicerrector remite a uno de los debates que se está produciendo en este momento en la Politécnica de Valencia, en el sentido de tratar de armonizar los planes de estudio de titulaciones tan interrelacionadas como específicas entre sí como son Agrónomos, Agrícolas o Forestales, a fin de evitar la duplicidad de asignaturas. Esto ha abierto la puerta a la discusión de fondo de si la reforma de los planes de estudio de cara a la convergencia europea hará o no inevitable un cambio en las actuales estructuras departamentales e, incluso, la desaparición o la fusión de aquellos que impartan materias comunes en ingenierías como Caminos, Industriales, Informática o Agrícolas. "Evidentemente, va a haber un proceso de transformación", sostiene este ingeniero de 41, que advierte que: "Hasta dónde tendrá que llegar esta transformación aún no lo podemos saber, porque el marco legal todavía no se ha terminado de definir". Capilla no comparte la interpretación de que el espíritu de Berlín supondrá inevitablemente una simplificación de los actuales centros y facultades. "No lo veo así. En este momento, cada centro de esta Universidad tiene una personalidad propia, claramente definida, y eso es innegable por su trayectoria, funcionamiento y por las titulaciones que se están dando. Y podrá seguir siendo así, en función de lo que nos aparezca en el nuevo panorama legal". Un aspecto, en el que, Capilla remite, reiteradamente, a los procedimientos legislativos y las competencias gubernamentales. "Es el Gobierno el que tiene que definir el Catálogo de Nuevas Titulaciones. Luego se definirán las directrices de las distintas titulaciones y vendrá el Decreto de Departamentos... Entonces, intentar aventurar algo en este momento, sería especular", concluye Capilla.