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La heroicidad de un mercado doméstico en España

España puede decirse que casi no cuenta en un mercado del arte global copado básicamente por Estados Unidos y Reino Unido. Según un informe de la empresa de análisis económico del arte, Kusin&Company, España ocupaba en 2001 el 0,91% del mercado mundial del arte, un 12,50% más que en 1998, aunque muy lejos del 46,94% de Estados Unidos en 2001. En el fondo, esta supuesta debilidad española es una ventaja porque le afectan menos las grandes crisis y su evolución depende más de la situación económica interna que de las oscilaciones del mercado internacional.

"En España incluso se han abierto nuevas casas de subasta este año, es la ventaja del mercado doméstico", indica Nacho Ruiz, experto en el mercado español. "Si hay crisis, España sufre menos que Suiza o Estados Unidos porque las pujas aquí no suelen superar los 180.000 euros, hay muy pocas que superen el millón". Ruiz tiene su teoría respecto a por qué en España no hay grandes ventas: "Hay coleccionistas españoles que en París compran obras de muchos millones, pero en España está el problema de la tradición católica que ve la ostentación de la riqueza como un pecado. En Alemania, ser coleccionista equivale a ser un mecenas, alguien respetado socialmente. En España no, porque esta tradición hace que nadie quiera pujar públicamente en subasta para evitar que todos sepan que se ha gastado mucho dinero en arte".

Avance espectacular

Con todo, Ruiz considera que en España se ha avanzado mucho. "Desde 1939 hasta 1979 todos los agentes del mercado del arte en España se merecen la categoría de héroes", indica. "Hoy estamos en una situación que no es equiparable a Inglaterra, Suiza o Alemania, pero que está muy bien. Hemos hecho en 25 años lo que los ingleses han hecho en un siglo". Valora especialmente la creación de Arco en 1981, que fue el gran revulsivo, y en el campo de las subastas la evolución también ha sido constante desde que en 1969 abrió sus puertas Subastas Durán.

Consuelo Durán, una de las responsables de esta sala madrileña, confirma que la contracción del mercado mundial no ha afectado, al menos, a su sala. "En lo que respecta a nosotros, el primer semestre de este año ha sido mejor que el mismo periodo de 2002, tanto en número de lotes vendidos como de cifras globales", indica. Según señala, el interés del coleccionista español por las subastas ha aumentado en la última década. "Antes la gente iba más a un anticuario o buscaba algún intermediario, pero ahora cada vez más se atreven con las subastas", comenta. La pintura, al igual que pasa a nivel internacional, sigue siendo la reina de las subastas, especialmente la antigua, pero también la contemporánea, aunque eso sí, aclara, "esta última tiene que ser de artistas muy conocidos y de alta cotización".

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