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Entrevista:JOSÉ V. MARTÍNEZ, TONI MARTÍN Y FRANCISCO J. FÉLIX | Activistas de Vila-real Wireless

"Los 'wireless' no somos piratas"

Miquel Alberola

José Vicente Martínez, Toni Martín y Francisco Javier Félix no son informáticos, pero han creado una comunidad virtual libre, Vila-real Wireless (www.vila-realwireless.net), que está impulsando una red sin cables en la que cada ciudadano es un nodo y forma parte de la tecnología abriendo posibilidades desconocidas. Es el primer síntoma de este fenómeno en la Comunidad Valenciana impulsado desde y para la sociedad civil, y

los especialistas lo comparan con el nacimiento del programa Nafter, que en tres meses consiguió que 60 millones de usuarios intercambiaran música. Forman una comunidad y hablan como uno solo.

Pregunta. ¿Qué es Vila-real Wireless?

Respuesta. Es una comunidad virtual que se fundó hace dos años para intercomunicar los usuarios de Vila-real con una red alternativa a Internet. Una red hecha por gente y para la gente, en la que no hay control de empresas ni administraciones. Es una red libre y con unas velocidades increíbles.

P. Parece subversivo.

R. Da la sensación de underground y activismo, pero no es subversivo. El objetivo no es hacer una Internet paralela, sino tener unos servicios que no podemos tener en Internet. En tecnología wireless [sin cables] podemos estar continuamente conectados por videoconferencia sin necesidad de una operadora intermedia que se está beneficiando y dándonos un servicio muy limitado.

P. ¿No es piratería?

R. No, y el hecho de que apoyemos el software libre es para evitar el pirateo. El usuario tiene todas las herramientas sin necesidad de comprar o piratear un software propietario. Los wireless no somos piratas: estamos en frecuencias libres con un uso privado y sin interés económico.

P. ¿Esto es gratis?

R. Totalmente gratis. Lo desarrollamos entre amigos y los que están en contacto son amigos de amigos y amigos de amigos de amigos. Es un red sin cable que forman los ciudadanos con su propio ordenador. La analogía sería la primera gente que empezó con las emisoras de radioaficionados. El objetivo no es monopolizar sino compartir.

P. Suena a socialismo.

R. Sí, y a comunismo y a activismo. Pero esto no es socialismo, sino gente que quiere dar servicio a la gente. La necesidad crea el órgano. Las líneas de Internet hoy ya son demasiado lentas para la información que se genera.

P. ¿Cómo se accede a esta red?

R. El sistema wireless es análogo a una tarjeta de red corriente. Necesitas configurarlo y poner una antena. Con eso te puedes mover por dentro de tu casa, pero queremos ir más allá, que te comuniques con tu vecino, y éste con el de más allá y aprovechar unos servicios sin tener que salir a Internet.

P. ¿Qué servicios?

R. Retransmisión de audio y vídeo en tiempo real con multicast, lo cual permite gran calidad de transmisión. Videoconferencias, trasmisiones de ficheros e imágenes... Entornos colaborativos, bases de conocimiento compartido, prueba de nuevas tecnologías, difusiones del software libre...

P. ¿Es cierto que hacían antenas con paquetes de patatas?

R. Sí, en los inicios nos pusimos a experimentar. Con un bote de patatas de una marca bastante conocida y un cable de cobre se puede hacer un repetidor de dos kilómetros de alcance. También las hemos hecho con cajas de whisky, con botes de tomate... Es una fórmula matemática. Pero lo que interesa para un mantenimiento eficiente son las antenas comerciales. Por 120 euros se puede tener todo el montaje.

EN DOS TRAZOS

La idea de la comunidad libre surgió hace dos años en una mesa del bar Ca Chalmeta de Vila-real, mientras José Vicente Martínez, Toni Martín y Francisco Javier Félix, nacidos en Vila-real en 1971, 1970 y 1971, tomaban zurra (vino cocido con canela, azúcar y frutas) con jamón. Habían regresado alucinados del Campus Party con esta idea que funcionaba en Nueva York o en San Francisco. Ahora gracias a su empeño también es posible en Vila-real. Son una veintena de "bichos raros" ensanchando una red alternativa insólita en la Comunidad Valenciana.

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Sobre la firma

Miquel Alberola
Forma parte de la redacción de EL PAÍS desde 1995, en la que, entre otros cometidos, ha sido corresponsal en el Congreso de los Diputados, el Senado y la Casa del Rey en los años de congestión institucional y moción de censura. Fue delegado del periódico en la Comunidad Valenciana y, antes, subdirector del semanario El Temps.

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