La trágica historia del país con un enfoque renovado
LA TRÁGICA historia rusa del siglo XX y los testimonios de la guerra en la República independentista de Chechenia tendrán un lugar especial en Francfort gracias a la organización de derechos humanos Memorial, que estará representada con su propia caseta en la feria, justo enfrente del pabellón oficial de Rusia. En vísperas de la cita en Francfort, la fundación Körber de Alemania ha recogido en un libro (Russlands Gedächtnis o la memoria de Rusia) los trabajos más representativos del concurso de investigación La Persona y la Historia. Rusia Siglo XX que Memorial organiza entre escolares de secundaria de todo el país, con el apoyo de la fundación Heinrich Böll, de los verdes alemanes.
En cuatro años, cerca de 12.000 adolescentes han participado en el concurso, que ha dado resultados sorprendentes y de gran valor para descubrir nuevas facetas de la historia de Rusia, según Irina Scherbakova, su coordinadora. "Al leer los trabajos que nos mandan, sobre todo los escolares de provincias, se hace evidente hasta qué punto Rusia es un país campesino, lo que hace tanto más necesario registrar la historia oral. Nunca pensamos que los jóvenes podrían trasmitir de una forma tan viva la expropiación del campesinado que, junto con la Segunda Guerra Mundial, es uno de los dos traumas más importantes de Rusia en el siglo XX, pero que a diferencia de la guerra, está enterrado profundamente en la memoria rural", afirma la historiadora.
Los trabajos que Memorial ha editado (tres tomos en ruso y ahora un tomo en alemán) huyen del lenguaje y la temática oficial y se centran en el ciudadano de a pie o en el entorno cotidiano. A veces, son verdaderas joyas, tanto por el tema como por la perspectiva fresca de sus autores que interrogan a sus abuelos y vecinos, escarban en viejos archivos y se fijan en detalles inadvertidos por sus mayores.
Desde las deportaciones estalinistas hasta la represión y el hambre, pasando por el destino trágico de los prisioneros de guerra o los desertores, la destrucción de monumentos religiosos e incluso la guerra de Afganistán y Chechenia son abordados en estos trabajos. Entre los objetos de investigación están incluso los "niños de la guerra" españoles, como Ángel Navalón, sobre el que escribe Lidia Bogatyreva. Los niños de la guerra tienen "dos patrias y sólo un corazón que sufre", concluye la autora.
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