Rajoy advierte a los sindicatos de que aprobará reformas laborales aunque no logre pactarlas
El candidato del PP rechaza la petición de UGT de regularizar a los inmigrantes sin papeles
Las formas, exquisitas: fue el candidato del PP a la presidencia del Gobierno quien solicitó una entrevista a los líderes de los dos grandes sindicatos. El tono, amable: "Los sindicatos son cruciales y el diálogo social ha sido muy fructífero", les dijo Mariano Rajoy a Cándido Méndez (UGT) y José María Fidalgo (CC OO). El mensaje, el del PP: "Es mi intención potenciar el diálogo para las reformas clave, pero que no haya acuerdo no significa que no se hagan. No sería ni razonable ni democrático". Un dato: Méndez le pidió la regularización de 400.000 inmigrantes sin papeles que, según UGT, hay en España. Rajoy dudó de la cifra y subrayó que no está "a favor de regularizaciones" porque eso "no fomenta la legalidad".
"Es mi intención y la del Partido Popular fomentar el diálogo social permanente en las reformas que afecten al mercado de trabajo y al futuro de la Seguridad Social", se comprometió Rajoy ante Méndez y Fidalgo en una visita consecutiva a las sedes de las centrales sindicales de la UGT y Comisiones Obreras.
Pero una cosa es el diálogo y otra la negociación. "A veces se producen problemas, pero eso es inevitable", respondió Rajoy a la pregunta de si había llegado a algún tipo de acuerdo para intentar evitar, si gana las elecciones de marzo, un choque con los sindicatos como el que llevó a la huelga general de junio del pasado año. "Regodearse en lo que ocurrió y en por qué no hubo acuerdo creo que tiene ahora poco sentido", zanjó Rajoy.
Con o sin regodeo, después de que Rajoy saliera de la sede de UGT camino a la de CC OO, Méndez enfatizó ante los periodistas las "diferencias muy abruptas y negativas en el talante sobre diálogo social entre la primera y la segunda legislatura del PP" con José María Aznar como presidente del Gobierno. Criticó la "reforma laboral impuesta de 2001", es decir, la que el Ejecutivo aprobó sin pacto con los sindicatos "y el decretazo de 2002", el decreto de desempleo que desencadenó la huelga. Y sobre el decretazo apostilló: "Los derechos que recortaba ya han sido restituidos".
Empleo de calidad
Fidalgo fue menos combativo. En rueda de prensa sólo destacó que él está de acuerdo en que "es muy importante que se genere mucho empleo, pero sin olvidar la calidad de esos puestos de trabajo, pues ahora se crean muchos empleos precarios e inseguros". Después, ya en el pasillo, restó relevancia política a la reunión con Rajoy. "Ha venido como nuevo secretario general de su partido, nada más. Yo no sé quién va a ser el próximo presidente del Gobierno. Eso creo que se decide en las urnas en marzo", comentó.
Méndez, al menos en su resumen ante la prensa, evitó el guante blanco. Reclamó a Rajoy, si llega a La Moncloa, que recupere el método de contingente anual de inmigrantes. En teoría sigue vigente y los sindicatos participan en su elaboración. En la práctica, según destacó Méndez, "el visado laboral por tres meses ha tenido como efecto colateral la eliminación del contingente". En la concesión de ese visado no participan los agentes sociales.
Además, Méndez afirmó que, según los datos de UGT, "hay no menos de 400.000 inmigrantes sin papeles en España". Le reclamó "resolver esa situación" pues esos inmigrantes "sólo pueden trabajar en la economía sumergida y en condiciones precarias, pues saben que, si afloran, su destino seguro es la expulsión".
Ya en la sede de Comisiones, Rajoy respondió a los periodistas sobre esta reclamación de UGT. "No estoy a favor de regularizaciones continuas de inmigrantes irregulares". Un matiz: el Partido Popular suele hablar siempre de inmigrantes "ilegales"; Rajoy les llamó "irregulares". No está "a favor" porque, según el PP, las regularizaciones extraordinarias incentivan la inmigración irregular pues sólo se trata de esperar y tener suerte. "Lo que yo planteo es una apuesta por la inmigración legal", mantuvo Rajoy. Y, sobre los 400.000 irregulares que esgrimió Méndez, aseguró: "Yo no sé de dónde salen esas cifras".
El candidato del PP les dijo a los sindicatos que, si gana las elecciones, hará una política económica "similar" a la seguida estos siete años y medio por los Gobiernos de Aznar. Afirmó que tendrá "la creación de empleo como primer objetivo". Esa política económica se apoyará en cuatro ejes:
- Un "presupuesto equilibrado", es decir, con el déficit cero del que presume el PP.
- Incentivos a la competencia, no sólo en las empresas sino también en el mercado de trabajo, con reformas laborales que se hablarán con sindicatos y empresarios. Sobre esa competencia, Méndez advirtió de los riesgos de la Europa de los Veinticinco, y pidió más inversión en capital humano.
- Más inversión en infraestructuras como motor de crecimiento económico.
- Y una apuesta más clara por la inversión en innovación y nuevas tecnologías.
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