La patronal vasca no hablará hasta que el 'plan Ibarretxe' sea proyecto

La patronal vasca Confebask no quiere, de momento, volver a entrar en debate sobre el plan de libre asociación del lehendakari Ibarretxe. Su pronunciamiento adverso de hace una año originó desgarros en un colectivo muy plural. Pero su silencio no será largo, porque el propio Ibarretxe les va a forzar a opinar con una nueva ronda de consultas, después de que el Gobierno vasco apruebe el plan como proyecto de ley el 25 de octubre. El lehendakari reiteró ayer al presidente Aznar su voluntad de discutir sobre la "política real" y sobre su plan.

En octubre del pasado año, Ibarretxe recibió de los empresarios un nítido rechazo a su propuesta soberanista. La postura de la patronal vasca fue seguida de fuertes presiones a los empresarios desde el PNV. Xabier Arzalluz llegó incluso a cuestionar la autoridad del presidente de Confebask, Román Knörr, quien fue objeto de duras descalificaciones. Un año después los empresarios no quieren vivir una situación parecida. La propuesta de Ibarretxe no aporta novedades sustanciales respecto a lo enunciado en 2002 y los empresarios son reacios a suscitar por ahora un nuevo debate en una organización que es tan plural como el propio País Vasco. Una discusión, además, que estaría cargada de presiones, dada la importancia de la opinión de este colectivo.

Aun así, la nueva ronda de reuniones con los agentes sociales que Ibarretxe quiere abrir una vez que el Gobierno tripartito apruebe su plan como proyecto de ley de reforma del Estatuto, el próximo día 25, les va a obligar a opinar. Sólo entonces los órganos de decisión de la patronal vasca y sus tres federaciones provinciales se reunirán para debatir sobre la propuesta de libre adhesión del lehendakari y definir una posición común. El Círculo de Empresarios Vascos ya adelantó la semana pasada su opinión reticente, pero este club que reúne a los ejecutivos de las grandes empresas no es representativo del conjunto del empresariado vasco.

El lehendakari reiteró ayer su disposición a hablar y debatir con el presidente Aznar sobre su plan de libre asociación. Ibarretxe rechazó lo que llamó política de "insultos" para volver a ofrecerse a dialogar. "He propuesto un debate normativo, un debate sobre política real, y sólo voy a discutir sobre política real. No voy a discutir sobre descalificaciones e insultos", dijo, tras presidir la inauguración de una jornada internacional sobre innovación y competitividad empresarial en Bilbao.

Rajoy y los empresarios

Con los empresarios también quiere verse el secretario general del PP, Mariano Rajoy. Algunas de estas reuniones tendrán un carácter "público", mientras que otras se desarrollarán de manera "informal" para facilitar un ambiente más distendido y el intercambio de puntos de vista sobre la estrategia del lehendakari. Rajoy está especialmente interesado en conocer la posición de los empresarios del País Vasco. Por otro lado, el secretario general del PSE-EE, Patxi López, aseguró ayer que su partido no está dispuesto a "diluir" el planteamiento de Más Estatuto y de una España plural que defendió en el último debate de política general frente al plan Ibarretxe, informa Aitor Guenaga. López respondía así al ofrecimiento realizado la víspera por Jaime Mayor Oreja de crear una alternativa constitucionalista conjunta al nacionalismo, una oferta que los populares vienen repitiendo sin éxito desde antes de las elecciones municipales.

López aseguró que el constitucionalismo es plural y reclamó al PP que "no utilice el tema vasco contra los socialistas en el resto de España". El secretario de Política Institucional del PSOE, Javier Rojo, incidió en estos argumentos y dijo que "no hay que angustiar sino serenar a la sociedad vasca, que no ha pasado nada que no estuviera en el calendario".