La popularidad de la imagen digital llena de optimismo la feria fotográfica

Por fin alguien que sonríe, y no para salir bien en la foto. Es Enric Galvé, presidente de la feria Sonimagfoto, que desde ayer y hasta el domingo se celebra en Barcelona.

La fotografía se ha convertido, gracias a la tecnología digital, en uno de los sectores comerciales en expansión. Hay un aumento progresivo de volumen de ventas gracias a la transición del aficionado, de su vieja cámara analógica al equipamiento digital y sus consecuencias: transformación de los laboratorios, nuevos servicios directos, desde el quiosco de autoservicio hasta la utilización del propio ordenador casero, o la comodidad de Internet para publicar o transmitir las fotografías digitales.

En el año 2002, los españoles se gastaron más de 153 millones de euros en la compra de 305.900 cámaras digitales, de las que se vendieron un 110% más que el año anterior. La facturación de todo el sector fotográfico, en el mismo periodo, se incrementó un 18%, según un informe de la consultora GFK realizado con motivo del salón Sonimagfoto.

Las dos ferias europeas más importantes dedicadas al mundo de la fotografía son Photokina en Colonia y Sonimagfoto en Barcelona. Se celebran en años alternos: los pares la alemana y los impares la española.

Desde 1991 Sonimagfoto, un salón, que se escindió del desaparecido Sonimag, es la mayor feria española dedicada al mundo de la imagen y la fotografía. La edición de este año estrena presidente, Enric Galvé, gerente de los laboratorios profesionales de fotografía EGM y gran conocedor del sector fotográfico. Su llegada coincide con el auge digital. "El mundo de la fotografía en general y el del comercio en particular están pletóricos, en plena expansión. El salón es un buen reflejo de ello. Todos hablamos el mismo idioma y se nota en el sector una buena onda", explica.

Dura reconversión

Este año, Sonimagfoto acoge a 300 marcas y espera cerrar el domingo con más de 100.000 visitas. Poco frente al monstruo de Photokina, aunque la feria española incorpora novedades como la aparición de los teléfonos móviles con cámara. El salón español cuida también más al visitante aficionado con gancho para el entretenimiento: conferencias y charlas, exposiciones, o la formación en el aula digital donde el aficionado y el profesional reciben asesoramiento permanente para resolver sus dudas. "Queremos ser la feria de la imagen más importante del sur de Europa", dice Galvé.

La llegada de la imagen digital, no sólo significa una transformación de costumbres y consumo. También es un terremoto y un reto para el comercio. Los productos tradicionales, los analógicos, están reduciendo sus ventas. Se venden menos cámaras, menos carretes y por lo tanto se hacen menos copias en los laboratorios. Éstos tienen que afrontar un cambio tecnólogico rápido que los transforme en laboratorios digitales capaces de satisfacer las nuevas demandas.

"Es cierto. El digital sube como la espuma, este año ya triplica al pasado. Aparecen nuevos usuarios, nuevas herramientas como el teléfono móvil con cámara. Sin embargo las copias en papel fotográfico están bajando. Se capturan muchas más imágenes pero se guardan en el ordenador, en un CD, en Internet", dice Galvé.

"El problema es la falta de cultura digital", añade. "La gente no sabe lo que tiene en las manos y todas las posibilidades que ofrece. Va todo demasiado rápido; tanto, que no queda tiempo para leerse las intrucciones. Hay que estabilizar el uso de la imagen digital. Los aficionados están hechos un lío y no están adaptados a los nuevos campos de venta. El abanico de ofertas es tan amplio que cuesta mucho adaptarse. Por ejemplo, los quioscos digitales son ya una realidad y sin embargo los usa muy poca gente".

"Son los comercios los responsables de culturizar a los usuarios de conveniencia de imprimir las imágenes en la tienda mejor que en casa", asegura Calvé. Y apostilla: "La ilusión de poder ver y compartir una fotografía en papel es insustituible porque forma parte de nuestra cultura".

Adiós al papá fotógrafo

Mientras en Europa se gasta una media de cuatro carretes por habitante y año, en España la relación es sólo de uno. Sin embargo, no son tiempos para que el español aumente en este concepto. Lo digital va a cambiar esta tendencia. Mientras en el mundo analógico, el fotógrafo era el padre de familia, en el mundo digital se nota una incorporación cada vez mayor de la gente joven. Gracias, fundamentalmente, a Internet, y pronto, gracias también a la telefonía móvil.

En Sonimagfoto se puede probar un quiosco digital que acepta cualquier tipo de formato, incluida una comunicación bluetooth para imprimir las fotografías desde el móvil. Aunque aún no han llegado al mercado español, ya hay teléfonos móviles que incorporan una cámara digital de 2,1 megapíxeles.