La amenaza de huelga ensombrece el estreno de 'La traviata' hoy en el Real
La dirección estudia realizar una versión en concierto si el conflicto no se resuelve
"Vamos a la huelga", decía ayer por la tarde Ángel Delgado, presidente del comité de empresa del Teatro Real. "No hay acuerdo y pensamos que es una decisión política de la dirección, no laboral", añadía. Los puntos más calientes del convenio -subida de sueldos, medidas de acción social, cambio de la organización del trabajo- no acercan a las partes. Pero el telón se alzará hoy, según anuncia la dirección del teatro. "Estudiamos hacer una versión en concierto", aclaraban en el gabinete de comunicación. A los que no quieran asistir se les devolverá el dinero de la entrada.
La huelga está convocada para hoy, día del estreno de La traviata y de la temporada operística madrileña, y también para mañana y pasado. Para empezar la jornada hay convocadas dos manifestaciones, a las ocho de la mañana y a las tres de la tarde en las puertas del teatro.
Las partes no se ponen de acuerdo. Los trabajadores de la Fundación Teatro Real, que engloban al personal técnico y administrativo del centro pero no a los músicos ni a los acomodadores, reivindicaban en principio una subida salarial que esté dos puntos por encima del IPC. Según Delgado, ya se había llegado a un acuerdo sobre eso, pero no sobre otras reivindicaciones, "más importantes", dice, como mejoras sociales que incluyen seguros de vida y accidentes, ayudas para estudios y guarderías, además de una nueva organización de turnos.
Ni la mediación del Instituto Laboral de la Comunidad de Madrid ha conseguido acercar posturas desde el 26 de septiembre, día de la última negociación. "A día de hoy, no hay ninguna novedad ni actitud para negociar", asegura Delgado. "Ante las propuestas cambiantes del comité, la fundación ha mantenido en todo momento una actitud apaciguadora", arguye la dirección del teatro.
Delgado ve razones políticas no laborales en la posición de la empresa, y anuncia que se está "envenenando el ambiente" y que, si no hay acuerdo, "convocaremos paros en cada estreno". "La gerente, doña Inés Argüelles, se debe sentir muy respaldada políticamente para no ceder ante una huelga cuyo coste por pérdidas para el teatro supone más que lo que deberían desembolsar para satisfacer las reivindicaciones; si no, no se entiende". El teatro responde: "La fundación está abierta a acercar posiciones, pero no cederá a medidas de presión que puedan poner en peligro la viabilidad a medio y largo plazo del proyecto cultural que encarna el Teatro Real".
Total, que la huelga parecía ayer imparable y que el estreno de la ópera de Verdi en sentido estricto se verá el sábado, día en que también se instalará la pantalla gigante en la plaza de Oriente, como en los últimos dos años de estreno de temporada. Lo que se verá hoy y mañana serán dos sesiones atípicas. Ayer, la dirección del teatro, formada por Inés Argüelles, gerente; Emilio Sagi, director artístico, y Jesús López Cobos, director musical, ultimaba la preparación de una versión en concierto si la incidencia del paro les obliga a renunciar a una representación normal. Quien no asista podrá retirar el importe de sus entradas en las taquillas.
López Cobos ya tiene experiencia en eso. El año pasado hizo un Otello al piano en La Maestranza de Sevilla por la huelga de la orquesta. El estreno del director musical este mes en el cargo ha sido movido. Primero, él y Pier Luigi Pizzi, director de escena de esta Traviata, se negaron a atender los caprichos de la diva Angela Gheorghiu, que se fue. Ahora tienen que hacer frente a una huelga que pone en peligro las primeras representaciones de la temporada.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.