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Bancaixa pagará 245 millones por el 1,9% de Iberdrola que vende EdP

El consejo autoriza una operación financiera que prevé reducir la participación real al 1%

El consejo de Bancaixa, reunido ayer en Alicante, autorizó a los ejecutivos de la caja la compra de hasta el 1,9% del capital de Iberdrola, una operación cuyo coste estimado rondaría los 245 millones de euros. Bancaixa se hace cargo así del último paquete que mantenía en Iberdrola la compañía Electricidade de Portugal (EdP), pero la vocación estratégica de la inversión es limitada. Bancaixa sólo prevé conservar el 1% de Iberdrola. El consejo también aprobó acudir a la ampliación de capital de Terra Mítica, pero limitada al porcentaje que corresponde a Bancaixa.

La caja no cubrirá paquetes de terceros en la ampliación de Terra Mítica

El consejo de administración de Bancaixa autorizó ayer en Alicante la adquisición del 1,9% del capital de Iberdrola, como una operación meramente financiera, aunque la intención de la entidad es mantener una participación estable en la compañía eléctrica de "al menos el 1%". Julio de Miguel, presidente de Bancaixa, dio cuenta del acuerdo en rueda de prensa junto al director general de la entidad, Fernando García Checa, y el director de la Unidad de Negocio de Alicante y Albacete, José Gisbert, después de la reunión del consejo que la entidad valenciana celebró en Alicante.

El paquete de Iberdrola que compra Bancaixa corresponde al que vende la eléctrica portuguesa Electricidade de Portugal (EdP), que llegó a controlar un 3% del capital de Iberdrola.

"La operación es plenamente coherente con la política de adquisición de participaciones industriales del grupo Bancaiza", declaró De Miguel. La caja valenciana ha impulsado las inversiones en empresas de servicios públicos (utilities) desde hace años. La participación del Banco de Valencia en Aguas de Valencia o de Bancaixa en Aumar, luego Aúrea, responden al mismo principio estratégico, según fuentes del grupo.

De Miguel apuntó en Alicante que la entrada en Bancaixa se ha basado en todo momento en criterios de "rentabilidad y generación de sinergias para el negocio típico". La caja valenciana puede beneficiarse de las inversiones que Iberdrola debe desarrollar en la Comunidad Valenciana para adaptar su red de distribución a una demanda que ha crecido en torno al 7% anual durante la última década, incluso gestionar los recibos de los usuarios, aunque tal extremo está pendiente de negociaciones con terceros y compromisos previos.

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Locuaz y especialmente satisfecho del acuerdo alcanzado con la eléctrica, el presidente de Bancaixa aseguró que la adquisición refuerza y complementa "nuestra envidiable posición en un sector de futuro como es el energético". El Grupo Bancaixa participa en una empresa promotora de parques eólicos en la Comunidad Valenciana y, recientemente, Banco de Valencia se garantizó una participación minoritaria en el capital de la Empresa Hidroeléctrica de Navarra, pionera en el negocio de la energía eólica.

De Miguel se permitió deslizar algún detalle sobre la entrada en el capital de Bancaixa: "El tema de Iberdrola lo estábamos estudiando desde hace muchos años. A veces es posible la compra de un paquete y otras no se encuentra la oportunidad", indicó el presidente de Bancaixa. La oportunidad ha surgido a raíz de la reciente oferta de compra de Iberdrola lanzada por Gas Natural, una operación que finalmente no fue autorizada. Iberdrola, según fuentes financieras, ha buscado en Bancaixa un socio sólido, un caballero blanco, que se comprometa a mantener su posición ante posibles ofertas hostiles de terceros.

Bancaixa sólo ha comprometido una participación estable del 1%, se toma la libertad de negociar con el resto del capital de Iberdrola y se garantiza un puesto en el consejo de administración de la eléctrica, un cargo que no se corresponde con el porcentaje del capital pero que pretende reconocer la lealtad que se supone al nuevo socio de la eléctrica.

Un ejecutivo cifró el coste de la operación en 245 millones de euros, aunque De Miguel evitó las precisiones y sólo deslizó que Bancaixa pagará entre 135 y 140 millones de euros por un 1%. A lo largo del consejo se barajó un precio de 14,5 euros por acción. Las acciones de Iberdrola cerraron ayer a un precio de 14,45 euros.

La sesión ordinaria del consejo aprobó también la ampliación de capital de Terra Mítica, porque se trata "de un proyecto emblemático para la Comunidad Valenciana y de especial relevancia para Alicante", según De Miguel.

Bancaixa acudirá a la ampliación, pero sólo asumirá el paquete que corresponde a su participación, según fuentes del consejo. Es decir, si algún socio no acude a la ampliación de capital en Terra Mítica, la caja no cubrirá posibles agujeros que pongan en peligro el plan financiero acordado para reflotar el parque temático.

Julio de Miguel tuvo tiempo de comentar sus aspiraciones a la reelección en el cargo de presidente de la entidad y manifestó que "estaría encantado de seguir sirviendo a la caja". No obstante matizó que "uno, con tranquilidad y serenidad tiene que someterse al proceso electoral, que decidirá, seguro, lo mejor para la casa".

Un gesto agresivo

Un portavoz oficial de Bancaixa aseguró ayer que la convocatoria del consejo de la entidad en la ciudad de Alicante es casual, tanto como la autorización de compra de un paquete de Iberdrola. Pero el gesto está "cargado de simbolismo", en palabras de un miembro del consejo.

Bancaixa respondió a la "sugerencia, casi imposición", según la misma fuente, que formuló el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, el pasado 14 de agosto, cuando sugirió que las dos principales cajas de la Comunidad Valenciana compartirían una participación en Iberdrola y un sillón en el consejo de la eléctrica.

La CAM se desentendió pronto de la operación. La caja alicantina había comprado un 3% de Unión Fenosa en junio, competidor directo de Iberdrola, y subrayó poco después el carácter estratégico de la inversión.

Bancaixa hace un esfuerzo notable para comprar el 1,9% de Iberdrola. Y el propio Julio de Miguel, presidente de la caja valenciana, deslizó en rueda de prensa varias lindezas sobre Cartera de Participaciones Empresariales, una sociedad participada al 50% por Bancaixa y CAM, y aparentemente condenada: "Está cumpliendo sus funciones, y está haciendo lo que debe", dijo para empezar. Pero añadió: "Tampoco se pueden pedir milagros a dos cajas que somos muy fuertes, muy independientes, muy importantes, y con una política industrial que puede no coincidir en muchas ocasiones". Y añadió: "Las políticas industriales de las cajas muchas veces no coinciden por motivos muy respetables y porque cada uno va un poco por un lado".

Tanto, que el consejo celebrado ayer en Alicante, feudo de la CAM, fue interpretado por alguno de sus miembros como un gesto agresivo para escenificar la ruptura de cualquier iniciativa de fusión y reiniciar la lucha por el mercado en territorio del enemigo.

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