Tres destinos en su primer año como profesor
José Manuel Cabello tiene 30 años y nació en Jauja (Córdoba), el punto más céntrico de la geografía andaluza. Aunque no sea padre de familia, tampoco le hace gracia la movilidad que caracteriza a los interinos como él. Y menos teniendo en cuenta los saltos que dio el año pasado, en el que tuvo tres destinos diferentes en la fase inicial de su carrera: estuvo cubriendo bajas y puestos eventuales.
Primero estaba en un centro de Gerena, cerca de Sevilla. "Me costó la misma vida encontrar un piso en Sevilla", explica. Y cuando ya había conseguido establecerse le mandaron a Santa Fe (Granada) para seis días de trabajo, por lo que dejó el piso.
Pero su sorpresa le llegó cuando después de Santa Fe le destinaron de nuevo a Sevilla. "La baja de Sevilla estaba pedida mucho tiempo antes de que me fuera a Santa Fe, por lo que podrían haber cubierto esta plaza con otra persona", protesta acerca del criterio de selección.
Entonces no le quedó otra que responder a la clásica llamada enunciativa "mañana tiene usted que estar en..." con un acto de misericordia: "Poco menos que me tuve que meter de okupa en casa de unos compañeros", recuerda con la rabia del alquiler perdido. Después del frenético curso pasado, parece más estable en su destino de este año en el instituto Boabdil de Lucena. No obstante, se queja de que le llamaron tarde cuando su vacante se conocía mucho antes del aviso.
