Hechos, no palabras

Al mismo tiempo que Rodríguez Zapatero se llena la boca en Madrid con las p

alabras "diálogo" y "no a la confrontación", la consejera de Cultura de la Junta, Carmen Calvo, bloquea la incorporación del Ayuntamiento de Málaga capital a la Fundación rectora del Museo Picasso.

Esta señora y el presidente que la respalda parece ser que consideran normal que la institución representativa de los habitantes de la ciudad donde nació Pablo Ruiz Picasso no tenga a su vez representación en el Museo. Si la alcaldía de Málaga fuera socialista, pues ya veríamos, pero siendo popular... ni agua.

El problema es que para muchos ciudadanos esta lógica del castigo nos reafirma en la idea de que la señora Calvo es una más de las consejeras que confunden su cargo con el de "comisaria" del partido, encargada de reventar cualquier iniciativa que pueda favorecer a los alcaldes populares. Quizá olvida que, en términos de Málaga capital, la representatividad de Francisco de la Torre es bastante superior a la de Manuel Chaves, cuestión que puede parecerle de poca importancia al PSOE, pero que a la larga cala en el electorado, y así les va por estos pagos...

En Málaga tenemos muchos ejemplos de esta política cultural de castigo: ¿Cuándo se decidirá la Junta a entregar al Ayuntamiento las piezas arqueológicas solicitadas para su exposición en las vacías salas de la Alcazaba? ¿Cuántos meses van a tardar los técnicos de la Junta en dar el visto bueno a la limpieza de la fachada de la Catedral, cuya financiación, aprobada por el Ministerio de Cultura, está a punto de perderse por este retraso?

Me van a permitir una última pregunta: ¿No será que la Junta teme que en el Patronato de la Fundación Museo Picasso se sienten personas de otros partidos que puedan realizar una labor de fiscalización de las contrataciones y la gestión económica? ¿Acaso piensan convertir la Fundación en otra vía de colocar amigotes y pagar favores, como está ocurriendo con Canal Sur y otras tantas empresas públicas?

La verdad es que muchos estamos ya un poco hartos de la pose "salvapueblos" de muchos responsables socialistas: El talante democrático se demuestra con hechos, no con palabras.