"El divismo ya no se lleva"
El Teatro Barakaldo ha encargado a Antonio Ramallo (Badajoz, 1943) la dirección escénica de las dos óperas de Puccini que abren su nueva temporada lírica. Hoy se escenifica La Bohème, con la soprano Carmen Aparicio como Mimi, y el domingo, Madama Butterfly, con Emmanuella Rosatti como Cio-Cio San. La Orquesta Lírica Wolf Ferrari, compuesta en su mayoría por músicos de la Sinfónica de Madrid, y el tenor Rafael Lledó participan en las dos.
Pregunta. ¿Qué novedades o sorpresas presentan los montajes que han preparado?
Respuesta. No son muchas, porque son dos montajes clásicos y no he querido optar por experimentos porque entre el público que va a Barakaldo hay mucha gente que va por primera vez a la ópera.
P. ¿La falta de presupuesto fuerza a no experimentar?
R. Naturalmente, para hacer una novedad en una ópera hay que inventarse un decorado y un vestuario nuevo, y serían producciones que pueden costar muchos miles de euros. Aquí hay presupuesto para hacer una función de forma decente, clásica y con buenos decorados.
P. Son dos obras difíciles...
R. La música de Puccini es muy difícil de cantar y de dirigir. Hay que saber mucha música para enfrentarse a ellas.
P. ¿Qué pide a los cantantes?
R. Primero, que canten muy bien. E intento que expresen lo que lleva dentro cada personaje.
P. Aún hay jóvenes que no van a la ópera.
R. Sí, pero porque no saben lo que es. Creen que es una tía gorda gritando, pero los actores ya no son así, salvo excepciones. La Caballé es una señora gorda, pero es la última diva. De momento nadie puede sustituirla cantando.
P. Angela Gheorghiu quizá piense que ella puede...
R. La Gheorghiu es una buena cantante, pero está algo descerebrada. Lo dicen todos los directores de escena y directores de teatros de todo el mundo. El divismo de los cantantes ya no se lleva, se ha quedado antiguo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.