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La Eurocámara apoya el proyecto de Constitución

Carlos Yárnoz

Por 335 votos a favor, 106 en contra y 53 abstenciones, el pleno del Parlamento Europeo dio su respaldo al proyecto de Constitución de la Unión Europea que la Conferencia Intergubernamental (CIG) comenzará a debatir el próximo 4 de octubre. Incluso la gran mayoría de los eurodiputados del Partido Popular Europeo (PPE, el grupo más potente con 233 de los 626 escaños) votaron a favor de un informe que alaba el proyecto y a la Convención que lo redactó, en contra radicalmente de la opinión expresada por José María Aznar especialmente en una reunión de la pasada semana con dirigentes del PPE en Madrid, donde dijo que el resultado logrado era "inesperado, no deseable".

La situación de Aznar, el líder europeo hasta ahora más crítico contra el proyecto constitucional, quedó aún más en evidencia porque uno de los dos autores del informe aprobado ayer por la Eurocámara es el parlamentario del PP José María Gil-Robles, quien calificó el texto constitucional de "bueno e inteligente, aunque no perfecto". Para el eurodiputado español, el proyecto es "fruto de un consenso que no cabe despreciar ni orillar", y por eso en su informe, redactado junto con el socialista griego Dimitris Tsatsos, no se propone ninguna modificación del texto salido de la Convención.

Terminología opuesta

Pese a que en otros momentos fue más sutil, las discrepancias entre Gil-Robles y Aznar quedaron patentes cuando en su intervención en el pleno utilizó la misma terminología que Aznar el pasado día 17 en Madrid, pero en sentido totalmente opuesto. Ante los dirigentes del PPE, Aznar había dicho que los líderes europeos habían convocado en su día "una Convención preparatoria de la Conferencia Intergubernamental (CIG)". "Decidimos convocar una Convención preparatoria; no decidimos convocar una Convención revocatoria del Tratado de Niza", dijo Aznar, que reclama la vigencia de Niza porque España salió beneficiada en ese tratado. Ayer, Gil-Robles pareció responderle: "No estamos ante un trabajo preparatorio", sino ante un resultado del consenso entre todos.

No sólo eso. Gil-Robles se abstuvo ante una enmienda presentada por los democristianos alemanes para que en el preámbulo de la Constitución figure una referencia a las raíces "judeocristianas" de Europa, una aspiración compartida también por los Gobiernos de España, Polonia e Italia, entre otros. La enmienda fue rechazada por 283 votos frente a 211, en este caso la mayoría del PPE.

Sí dejó claro Gil-Robles, esta vez en línea con Aznar, que "sólo será posible alterar el equilibrio de poder establecido en Niza de forma que sólo uno o dos Estados paguen el precio del nuevo método". "Habrá que ver cómo mantener el equilibrio mejorando el texto", señaló el líder de los eurodiputados socialistas, Enrique Barón. Salvo los euroescépticos y radicales, los líderes de los grupos parlamentarios se declararon satisfechos con el proyecto constitucional. Los nacionalistas optaron por abstenerse porque, en su opinión, no son suficientes los avances que se recogen en el proyecto a la hora de definir el papel de las regiones y las naciones sin Estado.

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En el texto aprobado ayer, no obstante, el Parlamento abre una puerta de salida al problema español al proponer que se pacte pronto un nuevo reparto de escaños en la Eurocámara. Si, a la vez, Aznar pactara con el resto de jefes de Estado y Gobierno un nuevo umbral de voto para tomar decisiones, el Gobierno español podría encontrar una vía de acuerdo.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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