Menos coche, más piernas
Desde Alonsotegi hasta Zeanuri, 50 municipios vascos -incluidas las tres capitales- en los que viven 1.350.000 personas, se sumaron ayer al Día sin Coche, una iniciativa promovida por la UE que se celebra cada 22 de septiembre.
En los centros de estas ciudades y pueblos hubo menos ruido, menos contaminación, más bicicletas, más paseantes y actividades lúdicas en la calle. Los autobuses, trenes y el resto de los medios de transporte público también estuvieron más llenos de lo habitual. Pero no todo fue idílico. Tanto en San Sebastián como en Bilbao, el evento derivó en atascos en el resto de la ciudad para enfado de los conductores.
"El coche es útil y, en ocasiones, necesario, pero se convierte en nuestro enemigo cuando es usado de forma irracional", recordó ayer la triatleta Virginia Berasategi, quien leyó el manifiesto de Bilbao. Los promotores de esta jornada pretenden dar a la ciudadanía la oportunidad de descubrir cómo serían sus ciudades si los conductores utilizaran sus vehículos de manera sensata. Pidieron un compromiso personal: 5.000 vitorianos lo asumierons por escrito.
El Ayuntamiento de Bilbao hizo ayer mismo balance de los efectos del Día sin Coche: las entradas de coches disminuyeron un 4,13% respecto al lunes pasado; los viajeros aumentaron en todo el transporte público, sobre todo, en el tranvía; el ruido disminuyó en un 68%y las emisiones de NO2 y CO2 en un 30%. Hubo más ciclistas (194%) y también peatones (13%).
En Vitoria, donde el tráfico se redujo en un 18% gracias a esta iniciativa a la que sumaron 1.300 tiendas,el consistorio vitoriano presentó dos autobuses para el casco medieval.
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