Defensa de un islam pacífico y no violento

Elegante, como siempre, el presidente afgano, Amhid Karzai, intervino en la conferencia de Nueva York para decir que la situación en su país "es mucho mejor que hace dos años", pero también para recordar a la comunidad internacional que debe acabar lo que ha empezado para que no se repita la historia. Karzai dijo que "el islam está en contra del terrorismo y a favor de la justicia social y de la tolerancia", de la misma forma que está "contra el terrorismo y la anarquía". El presidente del vecino Pakistán, el general Pervez Musharraf, dedicó parte de sus palabras al mismo asunto, preocupado por el uso frecuente de expresiones como "terror islámico", "ira musulmana" o "amenaza del islam". Según el general, no tiene sentido que nadie se preocupe por la sharia: "La sharia es simplemente la forma de vida islámica. No hay incompatibilidad entre islam y democracia".

Nabil Shaat, responsable de Exteriores de la Autoridad Palestina, aportó otro punto de vista sobre el terrorismo: "¿Qué crímenes pueden cometerse en el marco de una lucha justa y una nación ocupada?", dijo, para reconocer después que "la amalgama entre terrorismo y resistencia no favorece" su causa y que la Autoridad Palestina ha reafirmado en diversas oportunidades su voluntad de combatir el terror. "Hay que ocuparse de todos los terrorismos, especialmente del terrorismo de Estado". Silvan Salom, ministro israelí de Exteriores, lamentó la anterior intervención y dijo que "todos los atentados son lo mismo, se ataca a gente corriente". Para el ministro, que presentó una estadística de "19.000 atentados palestinos, 112 de ellos suicidas, con más de 1.600 víctimas", "ha llegado el momento de que los palestinos se unan al esfuerzo global en la lucha contra el terrorismo". Eso requiere decisiones firmas, en opinión de Salom, que cree que apoyar a Arafat es contraproducente "porque mina los esfuerzos por la paz".