Pujol apela a eliminar los "complejos" en la defensa de la cultura catalana

Erradicar todos los "complejos" y "demostrar lo que es Cataluña sin disimularlo en la multiculturalidad": éste fue el mensaje que transmitió ayer el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, en la entrega de los Premios Nacionales de Cultura. Pujol llamó al sentimiento catalán y a la defensa de la "identidad propia" sin acogerse en la que llamó cultura del "buen rollo". La Generalitat galardonó, entre otros, a Montserrat Caballé, Màrius Sampere, Anna Lizaran y Daniel Giralt-Miracle, que recibió el nuevo premio de Diseño.

El mensaje del discurso de despedida de Jordi Pujol como presidente en los Premios Nacionales de Cultura no se diferenció del que pronunció en los últimos años en esta ceremonia. Así, el presidente hizo un llamamiento a reafirmarse en la cultura propia; "sin que nos tiemblen las piernas cuando nos dicen que no somos lo suficientemente abiertos o tolerantes". Pujol relacionó el progreso de Cataluña como entidad nacional con la fortaleza de su cultura asegurando que "ningún pueblo ha creado una sociedad de calidad con una cultura que renuncia a su personalidad y que quiere hacerse perdonar sus valores". El presidente arremetió también en su discurso contra los defensores de lo que considera la "cultura del buen rollo, juguetona pero justita en contenido, que juega sobre segura y arriesga poco". "Nuestra cultura ha sobrevivido hasta ahora porque no ha caído en esto", añadió. Para Pujol, el mayor peligro para la supervivencia de la cultura catalana no llega desde fuera, "ni en la globalización, ni en la política de ahogo que se practica desde Madrid", sino que se encuentra en la actitud "blanda y acomplejada" que tienen los propios catalanes.

La Generalitat galardonó este año en el apartado de Música a Montserrat Caballé, por su regreso al Liceo con Enrique VIII; Màrius Sampere recibió el premio de Literatura por su poemario Les imminències; Anna Lizaran obtuvo el premio de Teatro por su interpretación en Escenes d'una execució; Daniel Giralt-Miracle recogió el nuevo premio de Diseño (creado en el contexto del Año del Diseño) por su trabajo como comisario del Año Gaudí y de la exposición Gaudí, arte y diseño; el premio de Periodismo se concedió a Mònica Terribas por su trabajo al frente del informativo La Nit al Dia; Albert Ràfols Casamada recogió el premio de Artes Visuales; Carles Bosch y Josep Maria Domènech merecieron el premio de Cine y Audiovisual por el documental Balseros; Andrés Corchero recibió el premio de Danza y se reconoció al Festival de Cantonigròs en su 20 aniversario con el premio de Cultura Popular; el jurado premió en el apartado de Patrimonio Nacional al Museo Episcopal de Vic por la inauguración de su nueva sede; y por último, al diario El 9 esportiu de Catalunya por el Fomento de la Lengua Catalana.

Caballé agradeció emocionada el premio: "El mejor que jamás recibí porque viene de mi tierra". Giralt- Miracle se felicitó por la creación del apartado de diseñó y aseguró: "Mi premio, en un 90%, corresponde a Gaudí". La actriz Anna Lizaran quiso dedicárselo a su hermana Lola, recientemente fallecida. Màrius Sampere optó por gritar "Visca Catalunya!" y leer uno de sus últimos poemas. Ràfols Casamada consideró el premio como un reconocimiento a sus 50 años de trabajo y mostró su ilusión: "Porque este premio me hace sentirme útil. En la vida, en demasiadas ocasiones solitarias del artista, me alegra que alguien se haya enterado de lo que hago y lo haya reconocido".

La ceremonia de entrega de estos premios se celebró ayer en la Sala Grande del Teatre Nacional de Catalunya y se retransmitió en directo por TV-3. El acto incluyó la intervención del grupo Aïsha, Lluís Soler recitó el Poema en Negre de Joan Margarit con una música compuesta para la ocasión por Peter Bacchus y la compañía Lanònima Imperial ofreció una coreografía inspirada en 1984, de George Orwell, como recuerdo a que este año se celebra el centenario del nacimiento del escritor que combatió en Cataluña en el bando republicano en la Guerra Civil.