"No vamos a parar en apoyo de los concejales amenazados"
Karmelo Sainz de la Maza (Leioa, 1957), alcalde de Leioa, del PNV, ocupará otros cuatro años más la presidencia de Eudel, la asociación vasca de municipios. Reelegido el pasado viernes, asegura que la prioridad es apoyar a los concejales amenazados por ETA y apuesta por renovar y fortalecer el poder local.
Pregunta. ¿Cuál es su mayor reto para este nuevo mandato?
Respuesta. Que el poder local sea un instrumento para la normalización y pacificación de este país. Que sea uno de los principales protagonistas para la defensa de los derechos y las libertades en Euskadi. Y junto a ello, fortalecer el poder local. Eudel tiene algunas debilidades en su posición de diálogo y negociación que hay que mejorar.
P. Una iniciativa de Eudel que no ha funcionado en el anterior mandato ha sido la de los foros de apoyo a los concejales amenazados. Hace pocos meses, ustedes ni siquiera tenían datos de los que se habían constituido.
R. Creo que somos injustos cuando decimos que han fracasado. La gente pensaba que iba a haber un foro igual en todos los pueblos. La propia declaración cívica significaba que cada alcalde, en su municipio, tenía que adecuar la respuesta. Por otro lado, hay gente que cree que sólo es acción política lo que es espectáculo político. Y eso no es verdad. En muchos pueblos se han puesto en marcha foros, en otros se han organizado actos de concienciación ciudadana; otros lo han hecho a través de sus medios de comunicación, las revistas municipales, y mil acciones con una dinámica de concienciación. Ha habido otros municipios que han organizado homenajes de los que apenas se han enterado los medios de comunicación. Nosotros en Leioa organizamos un homenaje a un asesinado por ETA que era antiguo profesor del Conservatorio de Leioa y estuvieron casi todas las asociaciones locales detrás de la familia. En política parece que sólo si hay espectáculo hay trabajo. No tiene que haber una forma única. Y todo esto se ha hecho con una estrategia de oposición del PP. Mayor Oreja dijo, a las 48 horas de firmarse esto, que no serviría para nada.
P. Van a seguir entonces con estas iniciativas de apoyo...
R. No vamos a parar. Lo importante es que se trabaje en cada comunidad, con fórmulas que de verdad impliquen a la ciudadanía.
P. ¿No cree que la falta de libertad que sufren muchos concejales es el problema municipal más grave?
R. La primera prioridad de Eudel va a ser ésa y de verdad creo que está siendo. Hay alcaldes que no quieren los focos, sino trabajo.
P. ¿Considera a Eudel el foro para reducir la crispación política en Euskadi?
R. En Eudel he comprobado que es más fácil alcanzar acuerdos en temas de gestión y políticos. Es una virtud que hay que explotar.
P. En su discurso tras ser reelegido dijo que tiene que haber menos control del Gobierno y las diputaciones.
R. En la época de Franco, el gobernador civil era el que controlaba los ayuntamientos de manera estricta. Eso ha desaparecido porque tenemos un poder democrático. Pero en sectores del Gobierno hay control administrativo, cuasi político, de las decisiones municipales. Esto tiene que reducirse a su mínima expresión y, si tiene que haber un control sobre esas decisiones de los alcaldes, tiene que ser a través de los tribunales. Yo, como alcalde, recibí un requerimiento de un director del Gobierno cuestionando mi decisión sobre el régimen atribuible a los nichos municipales del cementerio. ¿Cómo me va a decir a mi cómo me tengo que organizar? Si cree que he cometido una legalidad, que me mande a los tribunales. Es un ejemplo, si quiere, límite. Pero son fenómenos que nos preocupan a los ayuntamientos.
P. Otro mandato más se plantea aprobar la Ley Municipal. ¿Se conseguirá esta vez?
R. Sólo con los votos del PNV, no. La responsabilidad es primero del Gobierno, pero tiene que haber una generosidad de los partidos. Creo que en la vida política hay que saber distinguir los planos y que hay temas de país, dejando la lucha contra el terrorismo al margen de la confrontación política. Hay que hacer un esfuerzo, un buen juego político y servicio al ciudadano.
P. Ha comentado que hay que repensar Eudel. ¿Qué quiere decir con ello?
R. Eudel es una asociación que tiene mucho mérito, pequeña, donde sus responsables políticos son gentes que tienen que dedicarse a dos bancos: a la gestión de su ciudad o pueblos y los temas del país. Tenemos que trabajar con el Gobierno y las tres diputaciones. Todos los días recibimos invitaciones a negociar de las cosas más insospechadas: ordenación del territorio, temas educativos, culturales, de seguridad. No tenemos la estructura necesaria para hacerlo como se debe. Hay que dar a Eudel más estructura y cambiar la forma de organizarnos.
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