El campo paga la ronda
El fracaso de Cancún abre nuevas dudas sobre el futuro del ALCA
Los agricultores latinoamericanos deberán seguir esperando la apertura de los mercados agrícolas de Estados Unidos y de la Unión Europea. El fracaso de la V Conferencia Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), finalizada el pasado domingo en Cancún (México), ha postergado aquella pretensión, y ha abierto nuevas dudas sobre el futuro del ALCA.
Los agricultores de América Latina deberán seguir esperando la apertura de los mercados agrícolas de Estados Unidos y de la Unión Europea
La proyectada Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), es el sueño estadounidense de liberalización continental, previsto para 2005. EE UU viene diciendo a los otros 33 países aspirantes a este acuerdo -todos los americanos, excepto Cuba- que la discusión sobre sus ayudas internas a la agricultura debe dirimirse en la ronda de Doha de la OMC. Sólo está dispuesto a eliminar las subveciones a las exportaciones agrícolas al resto del continente.
También desplaza a la OMC el debate sobre la armonización de las normas contra la competencia desleal, un tema de sumo interés para los países latinoamericanos, que suelen sufrir sanciones antojadizas de EE UU cuando sus productos comienzan a avanzar en ése, el mercado más atractivo del planeta.
La UE tampoco acepta la profundización del diálogo con Mercosur sobre subvenciones a la agricultura hasta que no se resolviese la ronda iniciada en Doha (2001). El colapso de la conferencia de Cancún torna casi imposible que esas negociaciones multilaterales finalicen a finales del año próximo, como estaba previsto. De ahí que el comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, opinara esta semana que "merece una reflexión" la estrategia que se había fijado la UE de acordar con la unión aduanera suramericana una vez que terminara la rueda de la OMC.
Dificultades con la UE
Los analistas se preguntan qué sucederá con el ALCA o la zona de libre comercio UE-Mercosur si los temas que más afectan a los países latinoamericanos permanecen derivados a una ronda de negociación multilateral sin un horizonte claro. La UE y EE UU, mientras tanto, acelerarán su apuesta por acuerdos de comercio bilaterales ante el fracaso de Cancún. "Ahora estamos ofreciendo otra oportunidad para crear algo a lo largo de toda América", expresó el representante comercial de EE UU, Robert Zoellick, apenas finalizó la cita mexicana y dos meses antes de que la reunión ministerial del ALCA en Miami. Sin embargo, Zoellick sugirió que algunos países latinoamericanos deberán cambiar la actitud que adoptaron en la OMC.
El Grupo de los 22
Tal vez se refería a los que integraron el combativo Grupo de los 22, que lideraron Brasil, India y China, en contra del proteccionismo agrícola del Norte. También formaban el bloque Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Guatemala, México, Paraguay, Perú y Venezuela. Washington presionó contra el G-22 amenazando con abortar las conversaciones por acuerdos bilaterales, según la organización Oxfam.
No obstante, los observadores consideran que el fracaso de Cancún refuerza el peso de los países pobres en las negociaciones no sólo multilaterales sino regionales y bilaterales. "La lección que yo sacaría en lo inmediato de Cancún es que tornar la agenda muy cargada complica las negociaciones", declaró el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim. Ante la falta de progresos en agricultura o normas de competencia, Brasil pretende un ALCA light, que se concentre en ampliar el acceso de las importaciones a los mercados y la regulación común para la solución de controversias comerciales.
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