Los biólogos alertan del traslado de especies dañinas en el lastre de los buques
Las aguas de lastre de los buques de todo el mundo esconden multitud de especies y muchas de ellas pasan inadvertidas para el ojo humano. Éstas pueden provocar daños irreversibles en los ecosistemas que rodean los puertos de destino. Fue lo que ocurrió en los años setenta con el cangrejo rojo americano que llegó a las marismas de Doñana y causó graves alteraciones. Los biólogos Laura Capdevilla y Bernardo Zilletti reclamaron ayer un mayor control de estas aguas de lastre en el sexto seminario Periodismo y Medio Ambiente que se celebra en Córdoba.
Actualmente no existe ningún tipo de legislación sobre este tema, aunque se han puesto en marcha iniciativas, como la del Puerto de Barcelona, en el control y desinfección de las aguas de lastre. Se calcula que los 100.000 cargueros que cada día transportan el 95% de los bienes humanos de todo el mundo trasladan unas 7.000 especies desde los ecosistemas de origen a los de destino. Así, cada 15 días se introduce una nueva especie en algún lugar del mundo.
Capdevilla y Zilletti, que ultiman un atlas nacional sobre especies invasoras, explicaron que el peligro de estas especies está en su rápida y masiva reproducción. En ocasiones pueden acabar con la fauna marina e incluso transportar enfermedades humanas, como ha ocurrido con el cólera en Estados Unidos y Brasil.
Mascotas
La invasión de especies afecta muy directamente a las aguas de lastre, aunque estos perjuicios también los provoca la introducción de mascotas. Los biólogos piden más información a los ciudadanos que se cansan de sus mascotas, como la tortuga de Florida o la cotorra gris de Argentina, y acaban por soltarlas.
El profesor de Zoología de la Universidad de Córdoba, Carlos Fernández-Delgado, incidió en la presencia del cangrejo chino en la ría de Sevilla. Es la consecuencia de la suelta de las aguas de lastre de los buques que se dirigen al Puerto de Sevilla.
La Organización Marítima Internacional recomienda cambiar el agua de lastre en alta mar y que sea ésta la que se suelte en los puertos porque "las especies de alta mar tienen menos posibilidades de asentarse", puntualizó Fernández-Delgado.
Carlos Fernández-Delgado afirmó que el Puerto de Sevilla no cuenta con ningún mecanismo de control de los buques. Así, este biólogo apuntó que habría que empezar por analizar la procedencia de los buques, ya que las especies invasoras "sólo se establecen en ecosistemas que son similares a los de origen", precisó.
Sobre la introducción de especies para mejorar los resultados de la pesca, Fernández-Delgado afirmó que se trata de un "sacrificio del beneficio sostenible por el beneficio a corto plazo".
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