El Madrid estrena a Beckham en Europa

La leyenda del Madrid y buena parte de su imagen de marca se deben a la Copa de Europa. Si el club no pisa fuerte en esta competición, no hay éxito que valga. La Liga del curso pasado es una prueba dramática de ello. Por tanto, esta noche será una buena ocasión para medir las posibilidades del nuevo proyecto, con Beckham en el frontispicio. Los jugadores, en la intimidad del vestuario, comentan que la exhibición del sábado, la goleada al Valladolid, no sirve para hacer predicciones doradas. Dicen que las cosas se pondrán más difíciles con equipos como el de hoy, el Olímpico de Marsella, "candidato", según el técnico madridista, Carlos Queiroz, "a clasificarse como segundo de grupo" en la liguilla, que se prolongará hasta febrero.

El Marsella, que hasta hace poco daba patinazos al borde de la Segunda División francesa, está lejos de sus mejores días. Pero no le harán falta quimeras para meter más miedo que el Valladolid. Mucho menos cuando el Madrid afronta hoy una realidad que no por sabida es más evidente: la venta de Makelele y la renovación malograda de Hierro dejaron un vacío que todavía no se ha llenado del todo. Cambiasso, el candidato a ocupar el medio centro -a la izquierda de Beckham-, sufrió un esguince en el tobillo derecho durante el encuentro del sábado. Ayer todavía cojeaba un poco. Las huellas de la patada, dos sombras rojas, no se le habían borrado del tobillo. Pero se sentía bien y se ejercitó a satisfacción del entrenador. Queiroz aseguró en la conferencia de prensa que lo más probable es que hoy sea titular.

A Bravo le toca suplir la baja de Helguera y, por extensión, cubrir la vacante dejada por Hierro. Lateral zurdo natural, al canterano le pueden faltar algunas condiciones para jugar en el centro de la zaga. Lo que no le falta es una velocidad que le viene bien a la defensa y un coraje innato. "¿No sabían que puedo jugar en el medio?", decía ayer en tono de guasa; "¡hay muchas cosas que no se saben de mí!".

El encuentro de hoy pondrá a prueba la versatilidad de Bravo en la competición con más oropel. El jugador se siente tan confiado de imponerse como el resto de los madridistas. Beckham, su compañero más célebre, tendrá ocasión de lucir la coleta en su debú en la Liga de Campeones con el Madrid. La noche promete y en las oficinas del club sólo esperan que sea tan auspiciosa como las últimas veladas en Chamartín: con goles espectaculares, poder absoluto en la hierba y personalidades en el palco. Sólo falta que el Marsella se muestre tan dócil como el Valladolid y el Betis.

Quienes siguen a diario al Marsella dicen que la goleada que le endosó a Le Mans, en la última fecha del campeonato puede ser engañosa: Le Mans es el farolillo rojo. Comentan también que se trata de un equipo que va camino de automatizarse al máximo, que cuenta con jugadores muy versátiles en el medio campo, buenos tácticamente, disciplinados. Tiene en el argelino Merien a su elemento más creativo -el último pasador-. Quizá le falte chispa y capacidad para llevar la iniciativa. De momento, su técnico, Alain Perrin, asegura que sus muchachos no vienen a entregarse: "No son niños cantores".

Perrin se ha planteado jugar con cinco jugadores en el medio campo para frenar la línea creativa del Madrid. La punta del ataque será el egipcio Mido o el ruso Sytchev.

Real Madrid: Casillas; Salgado, Pavón, Bravo, Roberto Carlos; Figo, Beckham, Cambiasso o Guti, Zidane; Raúl y Ronaldo.

Olímpico de Marsella: Runje; Beye, Van Buyten, Meité, Ecker; Marlet, Celestini, Hemdani, Vachousek; Merien; y Sytchev o Mido.