Un 'Zamora' en entredicho
Cavallero, abocado al banquillo en Brujas tras sus últimas 'cantadas'
Intuitivo, metódico, ágil, decisivo y... suplente. En un deporte que entroniza a sus ídolos a la misma velocidad que los devora, la situación de Cavallero, el portero del Celta, comienza a resultar extraña: con el Trofeo Zamora al guardameta menos goleado bajo el brazo tras una última temporada espectacular y pretendido por los mejores clubes de la Liga inglesa, han bastado dos indecisiones suyas con la selección argentina para que en su país le lluevan las críticas. De regreso a España, el bético Assunção echó sal en la herida: un disparo inocente, un efecto rato del balón y... gol. El siguiente partido, el de hoy mismo en Brujas, en el debut del Celta en la Champions, lo puede ver desde el banquillo.
La alineación que hoy (La 2, 20.45) recite el entrenador del equipo vigués, Miguel Ángel Lotina -se ha quedado sin Edu, que sufrió ayer una rotura de fibras en el gemelo de la pierna derecha y estará tres semanas de baja- será recordada por muchos años entre los aficionados. Pero en ese histórico once titular no figurará, salvo sorpresa, el guardameta del equipo nacional argentino. Los dos tantos que recibió la semana pasada ante el chileno, en la fase clasificatoria para la Copa del Mundo de 2006, han encendido uno de esos apasionados debates tan propios del fútbol suramericano. Lo curioso es que se haya colado en Balaídos hasta convertir en suplente a uno de los máximos responsables de que el Celta se estrene esta noche en la Liga de Campeones.
Aunque Lotina ratificó su confianza en Cavallero (Lomas de Zamora, Argentina; 1974) después del absurdo gol de Assunção, en privado reconoce que la competición europea va a ser para Pinto. Nada hace sospechar que se trate de una de esas pistas falsas de las que tanto gustan los entrenadores. El vasco, eso sí, ha vestido la decisión de normalidad al recordar que en la campaña pasada el andaluz ya fue titular en la Copa de la UEFA y la del Rey. Sus palabras obvian un detalle significativo: en los dos partidos de la fase previa de la Champios, frente al Slavia de Praga, el elegido fue Cavallero, incluido un encuentro de vuelta que, tras el 3-0 de Vigo, tenía pinta de intrascendente.
Con 27 tantos en su red, Cavallero fue en el ejercicio pasado el cancerbero menos goleado de la Primera División. El Arsenal y el Manchester United empezaron a mirarle entonces con buenos ojos. Incluso decoró sus cifras con momentos espectaculares, como los cuatro penaltis que paró después de otras tantas batallas psicológicas. "Míster, yo me voy a tirar a ese palo. Usted haga lo que quiera", acostumbra a susurrar al lanzador mientras coloca la pelota. La técnica, adquirida en el Vélez Sarsfield, de su país, de especialistas como Goicoechea y el uruguayo Chilavert, se acompaña de un estudio de los especialistas.
Claro que su relación con los máximos castigos es de amor y odio porque, si con el Celta han constituido una de las claves de su éxito, con la selección argentina representan el mayor de sus disgustos. Jamás olvidará el que le marcó Beckham en el Mundial de 2002 y que les envió a Buenos Aires. Cavallero vive con esa espina clavada.
Por eso lo realmente extraño del encuentro frente al Betis no fue el gol de Assunção, sino el de Fernando. Delante del punto de penalti, Cavallero no llega o se equivoca de poste, pero jamás se petrifica bajo el larguero. De goles absurdos, en cambio, sabe bastante; no hace mucho, el Racing le encajó uno entre las piernas y en Anoeta se le coló un leve disparo de De Pedro, que, no sin prepotencia, pretendía amortiguar con el pecho.
Brujas: Butina; De Cock, Clément, Maertens o Simons, Van der Heyden; Stoica, Simons o Englebert, Ceh; Verheyen, Saertenes y Mendoza.
Celta: Pinto; Angel, Sergio, Contreras, Juanfran, Sylvinho; Vagner, José Ignacio, Jesuli; Gustavo López y Milosevic.
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