Los niños neerlandeses podrán ir a clase sólo cuatro días

Las escuelas holandesas de primaria podrán acogerse a una semana de cuatro días de clase a partir del presente curso. La decisión deberá ser aprobada tanto por el claustro de profesores como por las asociaciones de padres y cuenta con el apoyo del Ministerio de Educación. En un intento de paliar la escasez de docentes, su titular, la democristiana Maria van der Hoeven, ha suprimido una de las reglas más inflexibles de su departamento que impedía modificar el horario lectivo. Según el informe oficial sobre el particular, presentado el pasado abril, hasta el año 2006 los centros de básica necesitarán 28.000 maestros nuevos en todo el país.

Después de años de encendidos debates acompañados de estudios que aseguraban que los niños se concentran mejor por las mañanas, y no debían perder ninguna, Van der Hoeven ha optado por una fórmula intermedia. Cuando una escuela lo necesite, podrá suprimir una jornada entera de clase, por ejemplo el viernes, y adaptar el resto del horario a la disponibilidad de sus profesores. Los alumnos holandeses de primaria tienen cuatro días completos de colegio (lunes, martes, jueves y viernes) de 8.30 a 15.00. Los miércoles salen a las 12.30 desde hace varias décadas. La nueva fórmula permitirá a los directores prescindir de un día entero, o bien disponer de "dos miércoles" reduciendo las horas lectivas dos veces por semana.

Más autonomía

"Darles mayor margen de maniobra a las escuelas encaja perfectamente en el tipo de relación que el nuevo Gobierno holandés (una coalición de centro-derecha) desea mantener con profesores y ciudadanos", señalaba la ministra Van der Hoeven en la nota remitida al Parlamento para anunciar su decisión. "Ya era hora de que los políticos suprimieran alguna norma en lugar de imponerla", ha sido la expresión más oída en el ámbito educativo nacional en cuanto se supo que podrían dibujar su propio calendario lectivo. A pesar de ello, una investigación de la Oficina de Planificación Social y Cultural apunta que sólo un 5% de los padres o tutores de menores en edad escolar optaría por la semana de cuatro días. Para un 71%, por el contrario, buscar una niñera o recurrir a otros familiares para que cuiden a sus hijos los viernes resulta muy complicado. Según el mismo trabajo, un 16% de los adultos preferiría aplicar la jornada partida del miércoles también al viernes.

Lo que sí facilitará la puerta abierta por Educación es la elaboración de horarios menos rígidos en toda la primaria. Se acabarán también situaciones anómalas como la vivida por una de cada cinco escuelas en el curso 1999-2000, que optaron por dar cuatro días de clase, sin permiso oficial, a los alumnos más pequeños (de cuatro años).