El genio de Leonardo, en el Museo de la Ciudad

Un paracaídas, un barco de doble casco, un robot para animar armaduras, un puente móvil, un salvavidas y una campana para respiración subacuática, un alzacolumnas, unos patines flotantes... Todo esto no es un catálago de recinto ferial. Es sólo una pequeña representación del ingente y futurista trabajo realizado por el italiano Leonardo da Vinci (1452-1519) entre los siglos XV y XVI.

Pintura, escultura, arquitectura, anatomía, medicina, diseño, ingeniería, química, literatura, cocina, música, coreografía, cartografía, relojería, matemática... Nada le era ajeno al gran hombre sabio del Renacimiento, maestro de ciencias e inventor incansable. Y de ello da cuenta la muestra didáctica Leonardo y las ciencias, inaugurada ayer en el Museo de la Ciudad de Madrid, que se pobló de maquetas realizadas con mimo en el taller florentino de Gabriele Nicolae y al otro lado del Atlántico, en la Escuela de Diseño Industrial de Colombia.

La exposición ha sido organizada por el catedrático de ingeniería Fernando Torres Leza y su equipo de la Universidad de Zaragoza, con el apoyo de Ibercaja y la Concejalía de las Artes del Ayuntamiento de Madrid.

La muestra ha sido estructurada -del mismo modo que el catálogo editado para la ocasión- por orden alfabético. Sigue de la A a la Z todos los campos que abarcaba el saber del autor de La Gioconda, y, además de las maquetas de los inventos, incluye paneles explicativos, imágenes en tres dimensiones y la proyección de un vídeo.

Dentro de su incesante actividad, Da Vinci dejó unas 15.000 páginas de cuadernos de notas, iluminadas con detallados dibujos, según se pone de relieve en esta exposición. Precisamente los manuscritos de Leonardo que se conservan en España, los códices Madrid I y Madrid II, han sido claves para la elaboración de la muestra.

"Investigando a Leonardo siempre descubres algo nuevo", comenta Torres, que lleva una quincena de años explorando la producción generada por este extraordinario cerebro del Renacimiento. En esa exploración se topó con una nota sobre las compras de Da Vinci en el mercado: "Algunos dicen que era vegetariano, pero compraba carne por lo menos dos veces a la semana, aunque pudiera ser para festejar a sus invitados", dice el catedrático. Otras notas leonardescas están reproducidas en los paneles del Museo de la Ciudad, como un inventario detallado de sus bienes, así como el gasto diario en alimentos o vestimenta.

Detalles domésticos que resultan casi entrañables en un hombre que -según indicaba en una carta a Ludovico Sforza- podía "crear catapultas, trabucos e infinitas otras armas e ingenios" o tenía "modos de llegar a un punto dado por pasajes secretos y sin ruido".

Leonardo y las ciencias. Hasta el 15 de octubre. Museo de la Ciudad (Príncipe de Vergara, 140. www.munimadrid.es). Horario: de martes a viernes, de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 19.00; sábado y domingo, de 10.00 a 14.00. Entrada libre.