González acusa a Aznar de provocar "una regresión democrática" inédita

El ex presidente del Gobierno Felipe González acusó ayer al Ejecutivo de José María Aznar de protagonizar una "regresión democrática sin precedentes" en España desde la aprobación de la Constitución. Aprovechó la presentación del libro del ex ministro socialista José María Maravall El control de los políticos para realizar un duro y apasionado alegato contra el estilo de gobierno que ha implantado Aznar en sus casi ocho años de mandato.

El ex presidente socialista empezó por mostrar su preocupación por la "ocultación sistemática de todos los datos por parte del Gobierno, de negarse a explicar nada, con alguna excepción como las entrevistas preparadas en la Televisión Española y de las JONS". En este capítulo, lamentó "la desaparición de la opinión en organismos empresariales y de los servicios de estudios de los bancos".

Recordó cómo cuando el PSOE gobernaba, el PP le comparaba con el PRI mexicano. "El PP es peor que el PRI que, al menos, presenta candidatos a la sucesión y contaba con controles previos. Aznar ha designado a Rajoy antes de presentarlo a su partido. Lo preocupante es que esta situación se acepte sin más. Esto no tiene nada que ver con la cultura democrática". Arremetió contra la "satanización de la oposición" por el PP que atribuyó a que "Aznar no acepta el pluralismo de las ideas ni la diversidad de los sentimientos de identidad".

Denunció "la habilidad de Aznar para quedar exonerado de su responsabilidad en el agravamiento de la cuestión territorial", especialmente en el País Vasco más "la grave desafección en Cataluña". "Es verdad que el PNV tiene una gran responsabilidad, pero el PP ha terminado con la vocación integradora de la Constitución, intentando patrimonializarla y se ha quitado su responsabilidad en la pérdida del diálogo".

González defendió apasionadamente el proyecto autonómico de José Luis Rodríguez Zapatero. "Ha habido muchos cambios. El Estado se ha descentralizado hacia Europa y hacia las autonomías. Hay que ajustar el modelo. En este aspecto, la reforma del Senado y su conversión en Cámara territorial es imprescindible".

Asimismo el ex líder socialista denunció el control de medios de comunicación por el Gobierno que "ha funcionado no porque se controlen todos sino porque los que sobreviven con independencia tienen que medirse más que si estuvieran en un ambiente de mayor libertad".

González también acusó a Aznar de "romper la línea de la política exterior española" y "sus lazos con la Unión Europea" así como de alinearse "con la minoría en la elaboración de la Constitución europea". También le acusó de "lograr que España deje de ser un Estado aconfesional en que la asignatura de religión no sólo sea obligatoria sino que será curricular". Negó que el PP "haya tenido el propósito de liberalizar la economía española sino de controlar el poder económico, financiero, político y mediático". "Nunca ha habido más intervencionismo", añadió. Finalmente, reafirmó su voluntad de no presentarse de nuevo a las elecciones, aunque se declaró a disposición de su partido. Dijo que se siente "incapaz de estar apretando el botón" en el Parlamento.