Nadie discute a Astillero

Astillero es la mejor trainera de las que esta temporada circulan por el Cantábrico. No hay duda. Nadie lo discute. Incluso sus propias rivales se rinden a la evidencia. Lo ha demostrado todo el verano en las regatas de la recién nacida Liga ACT (Asociación de Clubes de Traineras) y lo ha corroborado estos días en la bahía de La Concha, la meca del remo norteño.

El jueves, en la prueba clasificatoria, apabulló a todos superando el récord de la regata. Nunca antes una trainera se había lanzado tanto en la Bandera de La Concha. Ayer no pudo repetir la misma velocidad, los 19 minutos y 19 segundos. La primera jornada de competición real no fue propicia para tantos alardes. El mar engañaba, daba más problemas de los que pudiera parecer desde la orilla. Astillero, sin embargo, gana en cualquier condición. Y no sólo gana. Arrasa.

El grupo patroneado por Izortz Zabala salió en la segunda tanda. Conocía los tiempos de los cuatro anteriores, había visto cómo Mecos, que circulaba por la primera calle -la misma que más tarde les tocaría en suerte a los cántabros-, empezó en última posición y, después de una larga remontada, acabó ganando a Orio, Hondarribia y Castro. Fue una tanda espectacular, con las cuatro embarcaciones enseñándose la proa. Sin tregua. Castro fue la primera en apearse de la carrera, con un José Luis Korta enfadado con la trainera de al lado, con los jueces, con sus remeros e incluso con el nuevo aparato que colocaron en la popa a todos, un GPS que mide exactamente los tiempos y movimientos de cada embarcación.

Hondarribia llegó la primera a la ciaboga, aunque con un margen imperceptible. Mecos, la última en ese momento, inició ahí su portentoso viaje de vuelta. Lo completó en diez minutos justos. Al final, dos segundos le separaron de Orio, segunda.

Si la primera tanda fue atractiva por la igualdad, la segunda resultó un paseo. Una especie de contrarreloj de Astillero con otras tres traineras como espectadoras, desde lejos. Los cántabros no dieron margen a la duda. Arrancaron a toda máquina, siguieron igual y terminaron como un tiro, en 19 minutos y 42 segundos. Pasai Donibane, la segunda en la tanda, tardó casi medio minuto más en completar las tres millas. Y más retrasadas aún llegaron los gallegos de Cabo da Cruz y Ur Kirolak, cuyo único mérito para bogar en la Bandera de La Concha es geográfico, ser donostiarra.

En la exhibición de la San José XII hubo un detalle de poderío. Cinco remeros de los que habían participado en la clasificatoria, con récord incluido, se quedaron en la orilla animando a sus compañeros. Prueba de que en Astillero todos han llevado la misma preparación, no hay suplentes y titulares, y tiene material más que suficiente para la segunda y última jornada de la Bandera de La Concha.

Se suman los tiempos de los dos días, de modo que los cántabros tienen razones más que de sobra para saber que tienen ganada más de la mitad de la regata. Quien más se aproxima es Mecos, aunque a 25 segundos, así que tiene asumido que su reto será conservar la segunda plaza. Pasai Donibane y Orio, parten con una desventaja de 27 segundos. Esas cuatro embarcaciones tendrán el privilegio de bogar en la tanda de honor de este próximo domingo. Hondarribia, Castro, Cabo da Cruz y Ur Kirolak, por este orden, ejercerán de teloneros.