Inquietud entre las tropas españolas por el rearme de las milicias chiíes de Nayaf
EE UU da de plazo hasta el sábado para que los grupos irregulares iraquíes entreguen las armas
El desarme de las milicias chiíes de Nayaf se ha convertido en una patata caliente para las tropas españolas, que antes de fin de mes tomarán el control de esa provincia iraquí. El general Ricardo Martínez-Isidoro, número dos de la División Multinacional bajo mando polaco, expresó su preocupación por "todos estos grupos que tienen cierto poder", aunque se mostró convencido de que no se atreverán a actuar "porque serían objetivo directo de las fuerzas multinacionales". EE UU ha dado una semana de plazo a los grupos irregulares para que entreguen las armas.
"No conozco los planes de [el mando estadounidense en] Bagdad, pero sí es verdad que se trata de una zona que nos compete", reconoció Martínez-Isidoro ayer durante una reunión con periodistas españoles en Campamento Babilonia, junto a las ruinas de la mítica ciudad. Casi a la misma hora, el portavoz de los marines en Nayaf, capitán Edward Lofland, anunciaba que los milicianos chiíes disponen hasta el próximo sábado para entregar sus armas. "Después de eso vamos a quitárselas, detenerles y meterles en la cárcel", advirtió. EE UU ha pedido al Consejo de Gobierno iraquí que haga un llamamiento a los distintos grupos para que se desarmen.
El general español apuntó "la necesidad de una policía religiosa que permita la celebración de actos y ritos de forma ordenada". "A la mayoría habría que regularles y aproximarles a la legalidad iraquí, tal vez como fuerzas especiales", sugirió Martínez-Isidoro. "De momento, no están en contra de la División, sino que han realizado funciones de policía", añadió. En su opinión, "este tipo de milicias y somatenes son fruto del deseo de autoprotección y no tienen una intención agresiva". "A medida que las fuerzas multinacionales garanticen la seguridad -y en eso estamos-, se reducirá su ámbito de actuación", declaró.
A raíz del atentado contra el ayatolá Mohamed Báquer al Hakim, el pasado 29 de agosto, la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII) sacó a la calle a su brazo armado, la brigada Báder (unos 10.000 hombres), para garantizar la seguridad de sus dirigentes, sus sedes y los lugares sagrados de Nayaf. Estados Unidos dio su aprobación tácita a esa medida y no intervino. Sin embargo, un grupo rival, los seguidores de Múqtada al Sáder, han aprovechado para montar controles y patrullas, lo que ha creado cierta tensión. Ayer, este grupo anunció que no cumplirá el ultimátum estadounidense.
Aun así, Martínez-Isidoro se mostró convencido de que "no se ha llegado a un nivel de libanización". "No se trata de unidades con armas pesadas, y si en algún caso las tienen, como los Báder, es material antiguo y obsoleto", explicó el general. "Podemos controlarlas", insistió. Lo que no significa que no sean "objetivo de inteligencia": "Nos preocupan todos estos grupos que tienen cierto poder".
Responsables del espionaje de la división multinacional temen que las milicias se hayan embarcado en "una escalada". Sin embargo, el máximo jefe militar español no cree que "mientras haya aquí 150.000 tropas extranjeras vayan a atreverse a actuar". "Serían objetivo directo de las fuerzas multinacionales", advirtió. El sábado, Martínez-Isidoro participó en una reunión informativa con el secretario estadounidense de Defensa, Donald Rumsfeld, durante la visita de éste a Campamento Babilonia. "El general Tyszkiewicz informó a Rumsfeld de las amenazas, los riesgos y los conflictos internos que afrontamos", explicó Martínez-Isidoro, que admitió "problemas de cohesión" entre los 21 países que integran la División Multinacional. "Mandar esto es muy difícil", dijo.
Un incidente entristeció ayer el ambiente del cuartel general de la División: la primera víctima iraquí en uno de sus controles desde que la toma del mando por parte de Polonia el pasado miércoles. Al parecer, una furgoneta se saltó un control establecido por soldados ucranios en la provincia de Wasit, fronteriza con Irán, y los disparos de uno de los miembros de la patrulla mataron a uno de sus ocupantes e hirieron a otro, según informó el portavoz de la División.
Por otro lado, decenas de iraquíes se manifestaron ayer frente a la Embajada española en Bagdad en protesta por la detención en España de Tayseer Alouny, periodista del canal de televisión árabe Al Yazira, por supuestos vínculos con Al Qaeda, informa Efe. Los manifestantes llevaban grandes fotografías de Alouny y enarbolaban pancartas en las que se denunciaba que "la política de España depende de la de EE UU".
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