El auditor plantea dudas sobre el plan de negocio de Xfera por sus fuertes pérdidas

Xfera, la cuarta compañía de telefonía móvil, no tiene claro su futuro. El operador acumula desde su nacimiento unas pérdidas de 131,4 millones de euros, pese a que mantiene paralizada su actividad comercial por al retraso de la puesta en marcha de la tercera generación de telefonía móvil (UMTS) y por la saturación del mercado. En las últimas cuentas de 2002, en las que multiplicó sus pérdidas por 17 respecto al año anterior, el auditor advierte que existe una seria incertidumbre sobre los futuros planes de negocio de la operadora, participada por las constructoras ACS y FCC.

Xfera, junto a Telefónica Móviles, Vodafone y Amena, ganó en marzo de 2000 una licencia de telefonía móvil de UMTS, que permitirá la transmisión de vídeos y la navegación rápida por Internet. Pero la no disponibilidad de esa tecnología y el incumplimiento de las expectativas sobre el crecimiento del mercado impidieron el lanzamiento comercial de la operadora, que anunció la paralización "temporal" de su actividad en 2001.

Pero el cuarto operador de telefonía móvil sigue sin despejar su futuro. En las últimas cuentas, correspondientes al ejercicio de 2002, refleja unas pérdidas de 124 millones de euros, frente a los números rojos de 7,4 millones que registró el año anterior.

Esas cuentas pueden empeorar aún más porque Xfera ha registrado en las mismas como un ingreso los 58,7 millones de créditos fiscales e impuestos anticipados por las pérdidas incurridas en el ejercicio, al considerar que serán recuperados en los plazos legalmente establecidos (es decir, desde que la sociedad obtenga beneficios) de acuerdo con las proyecciones financieras del nuevo plan de negocio, reelaborado en 2002. Pero el informe del auditor, Deloitte & Touche, advierte que "del éxito, dada la propia naturaleza de cualquier plan de negocio, basado en expectativas futuras e hipótesis, pueden surgir diferencias significativas entre los resultados proyectados y los reales".

Y añade que el éxito de la sociedad, la realización del valor en libros de sus activos, la capacidad de atender a sus pasivos por los importes que figuran en el balance [...], junto con el cumplimiento de los compromisos adquiridos con la Administración dependerá, del desenlace de las incertidumbres tecnológicas, de la evolución del marco financiero de los accionistas de la sociedad y del grado de cumplimiento de las hipótesis del plan de negocio previsto, así como del éxito comercial de sus operaciones futuras". El auditor añade que estima que esas mismas incertidumbres pesan sobre la recuperación de esos créditos fiscales y que, de no recuperarse en los próximos diez años a cuenta de los beneficios futuros, estarían hinchando las cuentas al figurar como activos. Y ese empeoramiento de las cuentas podría ser mayor, puesto que la sociedad tampoco ha abonado a Hacienda la tasa de reserva de dominio de espacio radioléctrico correspondientes a los ejercicios 2001 y 2002, por 370,8 millones de euros, que Xfera ha recurrido ante la Audiencia Nacional.

El informe también desvela que Xfera ha tenido que revisar los dos contratos que tenía con Ericsson y Nortel para la financiación de los equipos y emplazamientos para el despliegue de su red de UMTS, prorrogando el plazo de vencimiento hasta 2007.

No obstante, la salud financiera de Xfera (que preside Antonio Cantón) no peligra, puesto que sus fondos propios ascienden a 373 millones de euros, con un nivel de endeudamiento de 375 millones. La operadora considera en el informe de gestión que acompaña a las cuentas anuales que "Xfera continúa siendo el operador más comprometido con el desarrollo de UMTS", aunque aclara que, dada la incertidumbre tecnológica, la sociedad sigue sin tener fijada la fecha definitiva de lanzamiento comercial.

Las cuentas también recogen el coste de la regulación de empleo que afectó a la práctica totalidad de la plantilla, aunque no recogen la rebaja de avales desde los 3.000 millones de euros originales hasta los 467,8 millones de euros que les concedió el Gobierno. La reforma de los estatutos permitirá a Vivendi salir del capital. El grupo francés ya anunció en julio que repartiría sus acciones (por un euro) al resto de los socios. Tras esta salida, el accionariado de Xfera quedará liderado por ACS, con el 29,4%; la operadora nórdica TeliaSonera, que posee el 21%; Abertis, con el 8,36%, y FCC, con el 7,5%.