Reflexión ingenua
Acaban de dar la noticia en el informativo de la televisión vasca: "El Gobierno vasco destinará 200.000 euros a los familiares de los presos vascos, para financiar los viajes de visita a las cárceles. La cuantía dependerá de la distancia, que el familiar tenga que recorrer".
Ingenuamente me imagino, que la partida de 200.000 euros saldrá del presupuesto del País Vasco, del cual soy contribuyente, y desde el 23 de febrero 1984, sola como viuda con cuatro hijos, víctima del terrorismo, es decir, víctima de los presos vascos ("honor" que comparto con muchas mujeres y hombres).
Ingenuamente, me imagino, que como víctima del terrorismo, es decir, víctima de los presos vascos, habrá en los formularios de la Declaración de la Renta del año que viene, la opción de poder contribuir a estos viajes o no, tal y como se puede optar en los formularios del IRPF a colaborar en obras sociales o a la Iglesia.
Ingenuamente no me puedo imaginar que se nos pida a las víctimas del terrorismo, que paguemos los viajes de los familiares de los asesinos de nuestros seres queridos. Para personalizar: el cómplice del asesino de mi marido está "acercado" en Santoña, Cantabria. (Y posiblemente el año que viene le pueda "saludar" por las calles de Donostia). ¿Cuánto le costará el viaje a su familia? Sólo sé, que él, estuvo haciendo labores de seguimiento al comando que lo iba a asesinar, delante de mi casa, en una furgoneta. Una lluviosa tarde de febrero, el asesino tocó el timbre de mi casa, y mi marido le abrió la puerta. Es decir, el crimen del cómplice fue absolutamente premeditado.
Ingenuamente, es más, y pregunto: ¿está prevista una partida presupuestaria para los viajes de los familiares de las victimas del terrorismo a los cementerios donde están enterrados sus seres queridos? Porque hay muchos, que están enterrados fuera del País Vasco y por razones de trabajo, viven sus familiares aquí. (¡Ya sé que viven como los alemanes en Mallorca). A mí personalmente nadie del Gobierno vasco me ha preguntado si quiero que me paguen el billete de autobús al cementerio Polloe en San Sebastián. ¿Será porque voy en coche oficial, blindado, y con escolta, para que no me maten por ser socialista?
Ingenuamente, pido al Gobierno vasco que me deje la opción de poder poner, en la casilla de la Declaración de la Renta del año que viene, la "crucecita" a favor de la Iglesia o a obras sociales, en vez de hacerme financiar el viaje de los familiares de los presos, entre ellos, los familiares del asesino de mi marido, con mis impuestos.
Ingenuamente, lehendakari Ibarretxe, lehendakari de "todos los vascos", de los cuales me incluyo yo, alemana, sueca, española y vasca, según el artículo 7 del Estatuto de Gernika, es usted inmoral.
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