Guerra de sexos

A la presentación en la Mostra de Intolerable cruelty, de los hermanos Coen (que no han viajado a Venecia), asistieron ayer George Clooney y Catherine Zeta-Jones. En esta comedia, el matrimonio es visto como un verdadero demonio. Clooney interpreta a un exitoso abogado de Los Ángeles, que se enamora de la ex esposa de un cliente (Catherine Zeta-Jones) y una vez convertidos en marido y mujer, ésta desencadena la guerra entre sexos. Y el dinero.

Inevitablemente, la película recuerda a La guerra de los Rose, protagonizada por Michael Douglas, esposo de Zeta-Jones, y Kathleen Turner. "La guerra de los Rose es una película que he amado, me hubiera gustado hacerla con mi marido", dijo la actriz, quien compareció ante la prensa con un vestido negro minimalista, como si se tratase de una ceremonia de gala.

En la película, los Coen rinden homenaje a las grandes comedias del cine estadounidense y por lo tanto, para un actor como Clooney, hasta ahora sin ningún premio, famoso y bien pagado por su rostro y sonrisa encantadores, la propuesta ha sido un reto. "En Estados Unidos, donde la gente piensa sólo en el éxito, el tema del divorcio es bastante delicado", afirmó el actor. "He aceptado el papel porque últimamente trato de hacer sólo aquello que me haga sentir orgulloso. He ganado mucho dinero haciendo cine comercial, pero dentro de 20 años trabajaré con quienes me divierta", aseguró Clooney, mientras bebía vino tinto italiano con la actitud de un iniciado y bromeaba con los periodistas.

"Guión perfecto"

Según contó ayer Clooney, la experiencia con los Coen ha sido una de las más importantes en su carrera. "No se encuentran todos los días buenos guiones. Con los Coen trabajé en el pasado y de nuevo me he sentido atraído, porque directores como ellos se cuentan con los dedos". Y agregó: "No ha habido espacio para la improvisación. El guión es tan perfecto, que un mínimo cambio lo podría haber arruinado".

Clooney se considera un "copión de otros actores", pues sabe que recuerda a Gary Grant, a quien, señaló, "admiro mucho, adoro sus películas y lo considero un genio. Algunos me comparan con Clark Gable, pero mi actor preferido es Spencer Tracy". Para la construcción del abogado calculador se asesoró con amigos abogados, con quienes por experiencia propia (está divorciado) prefiere mantener la distancia. "Los abogados son como los médicos, son necesarios, pero acudo a ellos lo menos posible".

La conferencia de prensa se convirtió en un espectáculo cuando una periodista de un programa cómico de la televisión propiedad de Silvio Berlusconi le propuso matrimonio al actor. Éste, ante la presencia de un cura, aceptó y concluyó la ceremonia besando en la boca a la chica. Bello y simpático. Todos coinciden.