La industria espera que la televisión digital reanime el mercado

La IFA, la gran feria de electrónica de consumo que cada dos años se celebra en Berlín, cerró ayer sus puertas con un sabor agridulce. Las empresas han presentado sus novedades. La respuesta del público, sin embargo, ha sido fría, con pocos visitantes para una feria tan prestigiosa, que reunía por primera vez más de mil expositores. Por los pabellones se podía circular tranquilamente cuando en anteriores ediciones todos los recintos estaban abarrotados.

La caída de las ventas, que a nivel europeo ha sido del 3% en el primer semestre de este año, según la consultora GFK, explica la poca afluencia de profesionales. La misma GFK estima que el mercado europeo crecerá durante todo 2003 un 1%, lo cual significa que tendrán que venderse muchas más unidades que el año pasado para compensar la caída del precio medio de los productos previsto para este otoño y Navidad.

Gerald Kleisterlee, presidente de Philips, ya había reconocido hace diez días las dificultades que atraviesa la industria audiovisual al anunciar el cierre en los próximos años de un tercio de las 150 fábricas que posee la empresa. En la propia IFA, Kleisterlee aseguró que al sector no le cabía otro remedio para sobrevivir que diseñar productos muy innovadores, subcontratar su fabricación a empresas externas especializadas y presentarlos al mercado antes que la competencia. Gee Sung Choi, máximo responsable de la división de productos de imagen y sonido de Samsung Electronics, esbozó una situación más optimista y habló del "renacimiento de la industria" gracias a la emergencia de la televisión digital y a la convergencia de productos de informática, telecomunicaciones y consumo .

El desarrollo pleno del mercado, alertó Choi, no tendrá lugar hasta 2006. Y hará falta, aclaró, una adopción decidida de estándares por parte de los fabricantes de consumo, telecomunicaciones e informática para lograr la ansiada interconexión de diferentes dispositivos en cualquier momento y lugar. Choi solicitó públicamente a los Gobiernos que creen nuevas leyes para la convergencia digital. A los distribuidores les pidió que mejoren la presentación de los productos en las tiendas, cooperen entre sí y enseñen a los consumidores las posibilidades de los nuevos dispositivos.

El sector audiovisual está liderado, por orden alfabético, por Panasonic, Philips, Samsung y Sony, como quedó claro en la IFA al ocupar cada una de las cuatro un pabellón inmenso. Frente a ellas, nada menos que 459 pequeñas empresas procedentes de China, Taiwan y Corea (el 46% del total de expositores) se apiñaban en un espacio mucho más reducido que los cuatro gigantes y mostraban productos que poco tenían que envidiar en cuanto a innovación y diseño.

Esta polaridad de la industria hará que las empresas de tamaño mediano no tengan otro remedio que concentrarse en productos destinados a mercados especializados y consumidores que quieran diferenciarse. Es lo que, por ejemplo, implícitamente dijo el responsable de Loewe al comentar que su empresa había pasado de ser un fabricante de televisores a un desarrollador de sistemas audiovisuales para usuarios que demandan a los equipos más inteligencia, calidad y posibilidades.

La visión del hogar conectado, que permite compartir múltiples contenidos digitales en diferentes aparatos fijos y móviles repartidos por la cosa, empieza a ser una realidad. Sony mostró un servidor que funciona con equipos de la misma marca, Samsung un prototipo con mayor flexibilidad y Philips una serie de productos que funcionan sin hilos y que estarán disponibles a partir de la primavera porque los que se iban a vender ahora se rediseñarán para que trabajen con el estándar 802.11g.