Alemania reconoce un déficit público del 3,8% para 2003

El Ministerio de Hacienda alemán reconoció ayer, en las previsiones enviadas a la Unión Europea en Bruselas, que el déficit público de este año alcanzará un 3,8% del producto interior bruto (PIB). Alemania rebasará con creces, y por segundo año consecutivo, el límite del 3% del PIB que exigen los criterios de convergencia fijados el año 1997 en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Eran otros tiempos. En aquellos días el entonces ministro de Hacienda alemán, Theo Waigel (CSU), recorría Europa con el dedo levantado al mismo tiempo que amenazaba: "Un 3% y ni una décima más detrás del tres". No hay noticias en Berlín de que le haya empezado a crecer la nariz a alguno de los portavoces del Ministerio de Hacienda, pues hace 48 horas se apresuraron a declarar que la información de que el déficit alemán sería de 3,8% era "una pura especulación". Con la irresistible fuerza de lo fáctico la especulación se hizo realidad.

El Ministerio de Hacienda echa la culpa a la debilidad de la coyuntura y el elevado paro. Ahora sólo queda esperar que el optimismo que mostraron hace unos días las empresas en la encuesta IFO y los intentos de reformas que ha puesto en marcha el Gobierno surtan efecto y consigan dar la vuelta la tortilla económica para poner en marcha la estancada locomotora económica europea.

Ése sería el mejor de los escenarios posibles, porque hay otros más negros. El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica para este año en Alemania una décima más de incumplimiento del déficit público, un 3,9%, y el mismo porcentaje para 2004.

Alemania lleva ya tres años de estancamiento económico y tiene que sudar sangre para mantenerse dentro de los límites permitidos de déficit. El año 2001 consiguió a duras penas un 2,8%, que subió al 3,6% el año pasado y ya reconoce un 3,8% para 2003. Para colmo de males, el endeudamiento asciende a un 63%, cuando el límite permitido es de un 60%. Si la moneda única europea se crease ahora, Alemania no podría entrar en el euro.

Las perspectivas de una recuperación no están claras. El Gobierno de Berlín apuesta por una reforma fiscal que debe inyectar en la economía en torno a los 16.000 millones de euros con el consiguiente efecto multiplicador. No obstante, no está claro cómo se podrá financiar esa rebaja de impuestos sin hacer aumentar una vez más el déficit del año que viene.

Otro país que se dispone a reconocer un déficit récord es Francia. El Gobierno de este país anunciará un déficit del 3,9% para 2003 el próximo lunes, según fuentes consultadas por la agencia France Press. De confirmarse, esta cifra sería la más alta de todos los países de la Unión Europea.